Me enamoré de un pandillero ||Mikey x lectora||

~ Capítulo 2 ~

Finalmente acepté a que me acompañase a mi casa.

Me arrepentí rápidamente al ver que me llevaba a su moto.

- Oh no- dije asustada- No pienso montarme en esa cosa.

- ¿No que si llegabas tarde tú madre te mataba?- dijo sonriendo divertido- Con esto llegaremos mucho antes.

Suspiré. Desgraciadamente tenía razón.

- Toma- dijo dándome un casco.

Me senté detrás suya.

- ¿Y el tuyo?- pregunté confundida.

- No necesito- dijo despreocupado- Agárrate fuerte.

- ¿Eh?

Cogió mis dos manos para colocármelas en su cintura, no pude evitar sonrojarme.

Lo que no sabía es que Mikey manejaba la moto de una manera bastante arriesgada.

Lo supe nada más que arrancó. Salimos disparados. Me agarré mucho más fuerte a él temiendo por mi vida.

Empecé a gritar como una loca.

- ¡Joder! ¡Es la primera vez que monto en una moto!

- ¡¿Cómo se siente?!

- ¡¿Eh?!- me quede callada por un momento- ¡Pues bien!

Empecé a disfrutarlo. Me encantaba la adrenalina que sentía en ese momento.

El viento en mi pelo y estar agarrada así a Mikey... era lo mejor.

Menos mal que sabía manejarla muy bien, sino estaríamos en el suelo.

Le estuve guiando a mi casa hasta que llegamos. Aunque paró la moto aun no me despegaba de el.

- Haru-chan- dijo sonriendo- Ya hemos llegado.

- Oh lo siento- dije separándome avergonzada.

Las luces de la habitación de mi madre estaban apagadas, así que supuse que estaría dormida, se habría cansado de esperarme.

- Cuando te vayas no hagas mucho ruido- dije en bajo- Si mi madre te pillara aquí no sé qué podría pasar.

El se echó a reír.

- ¿Crees que le caería mal?- dijo poniendo un puchero viéndose muy tierno.

- Bueno, un chico que a traído en moto a su hija a casa por la noche- dije riendo- No estoy segura.

- Lo hice por una buena causa- dijo mientras me quitaba el casco.

Me quede mirándolo un rato embobada.

- Ha sido un placer conocerte Haru-chan- dijo sonriendo- Entra ya antes de que se despierte tu madre.

- Gracias por traerme- dije volviendo a la realidad.

Pensé en pedirle su número para poder vernos más veces, pero me daba algo de vergüenza.

El ruido de su moto arrancando me sacó de mis pensamientos y me armé de valor para decírselo. No quería arrepentirme después de no haberlo hecho.

- ¡Espera!

Él me miró confundido y apagó el motor de su moto.

- Mikey- dije intentando disimular mi nerviosismo- ¿Podrías darme tu número de teléfono?

El se sorprendió por mi pregunta y luego sonrió.

- ¡Claro! ¿Cuál es el tuyo Haru-chan?- dijo emocionado.