~ Capítulo 24~

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- ¿Hablas en serio?- pregunté abriendo los ojos y este asintió- ¿Por qué?

- Lo decidimos ayer pero aun no sabemos cuándo hacerlo.

Intente mantener la calma.

Justo había logrado poder resolver lo de Kazutora pero con esta pelea no se que pasará.

- ¿Haru-chan? ¿Qué pasa?- dijo poniendo su mano en mi frente- Te ves pálida.

- No te preocupes, estoy bien- dije con una sonrisa forzada- Tan solo no quiero que las cosas se pongan mal con Kazutora.

Mikey alzó una ceja.

- ¿El te hizo algo?- negué rápidamente con la cabeza y él suspiró aliviado.

Decidí omitir la parte en la que Hanma había aparecido y sobre todo en la que Kazutora me había dado un pequeño beso en la mejilla, si se enterase no se que podría pasar.

Mi corazón latió con rapidez cuando llevó su mano a mi rostro y acomodó mi pelo detrás de mi oreja.

- Será una pelea difícil, pero la superaremos todos juntos- dijo sonriendo- Y si tanto te preocupa Kazutora intentaré no hacerle daño.

Sin pensármelo, me tire encima de él logrando que quedase tumbado en mi cama. Me aferré a él envolviéndolo en un abrazo.

- Gracias- dije en un susurro.

Sabía lo difícil que era para el sabiendo que Kazutora había matado a su hermano.

Al no recibir ninguna palabra de su parte, me levanté un poco para poder ver su rostro.

Abrí los ojos al ver como sus mejillas estaban algo ruborizadas. Sentía que me iba dar diabetes, se veía muy lindo.

No pude evitar avergonzarme también.

- Eso de atacarme desprevenido es muy injusto de tu parte- dijo frunciendo el ceño a lo que no pude evitar reír.

Pero mi risa duró poco ya que en un movimiento rápido juntó sus labios con los míos y me colocó a su lado.

- Solo quería agradecerte- dije con la respiración algo agitada, casi no me había dejado respirar.

Soltó una pequeña risa.

- Lo se- dijo sonriendo.

Su sonrisa desapareció por unos instantes.

- Haru-chan.

Lo miré extrañada por su repentino cambio de actitud.

- ¿Qué pasa?

- ¿Me prometes que no te pasará nada?- dijo mirándome preocupado- No quiero perderte a ti también.

Se formó un nudo en mi garganta al recordar todo lo que el había sufrido.

Lentamente, llevé mi mano a su mejilla para darle leves caricias. El cerró sus ojos pegando su rostro a mi mano.

- Te lo prometo- dije sonriendo- Tampoco dejaré que te pase nada a ti, ¿vale?

Este asintió con una sonrisa y acto seguido enterró su cara en mis pechos. No tardó nada en rodear mi cintura con sus brazos. Mientras, yo acariciaba su cabeza.

Estaba algo cansada ya que habían pasado demasiadas cosas en un día, así que hice un intento de cerrar mis ojos.

Pero el sonido de la puerta de mi habitación abriéndose hizo que Mikey y yo nos incorporásemos al instante.

Me enamoré de un pandillero ||Mikey x lectora||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora