~ Capítulo 9 ~

7.8K 674 365
                                    


Me quedé paralizada al escucharlo decir eso.

Ese tío estaba demasiado loco.

- ¿Y bien?- dijo sacándome de mis pensamientos- ¿Vienes conmigo por las buenas?

- No pienso ir contigo.

- Esta bien- dijo mientras se acercaba poco a poco haciendo que retrocediese- Pues será por las malas.

Mis piernas empezaron a temblar, Hanma era mucho más alto que yo y eso no ayudaba.

Cogí aire intentando tranquilizarme y pensé en algo que podría funcionar.

Deje que se acercara un poco más a mi y en un movimiento rápido levanté mi pierna intentando hacer una de las patadas alucinantes de Mikey.

Me sorprendí cuando movió su mano rápidamente y cogió mi pie deteniendo la patada.

Me sonrió como un psicópata.

- Que inteligente- dijo riendo- Pero esto no te servirá.

Me retorcí de dolor al sentir como hacía fuerza en mi pie casi doblándome el tobillo, seguramente ya tenía hasta un esguince. Ahora si que no podía escapar.

Solté un quejido de dolor.

- Ya te dije que sino lo haría por las malas- dijo sin parar de reírse de mi.

Después de decir eso me cogió como un saco de patatas. Mientras, yo le daba pequeños golpes intentando zafarme de su agarre.

- ¡Suéltame!

No podía moverme mucho ya que me dolía muchísimo el pie.

Él me ignoró y siguió andando.

Iba a rendirme hasta que vi a Mikey corriendo hacia mi.

También estaba casi toda la Tokyo Manji, habían llegado todos en moto. Sonreí al ver a Draken al lado de Mikey.

Sentí calidez al verlos a todos allí.

- Tsk, que molestos- dijo Hanma quejándose- Primero te tengo que dejar en el coche, después les meteré una paliza.

Apreté mis puños molesta, ni loca le iba a dejar que le hiciesen daño a ninguno de ellos.

Me di cuenta de que mi pierna derecha la podía mover a la perfección así que en un rápido movimiento le pegué una fuerte patada en su punto débil.

Si, me refería a sus partes íntimas.

Obviamente eso provocó que me soltara. El problema era que yo no podía escapar ya que no me podía mover.

Por suerte, Mikey llegó a mi lado y lo primero que hizo fue abrazarme. Suspiré aliviada, por fin podría abrazarlo.

- Me alegro de que estés bien- dije sonriendo.

- Haru-chan, ¡¿estás bien?!- preguntó mirándome preocupado.

- Bueno yo si, pero mi pierna no- dije riendo nerviosa señalando esta.

- Ese imbécil- parecía muy molesto- Lo siento por no haber llegado antes.

Negué con la cabeza restándole importancia.

- Gracias por venir.

Empezaron a llegar los que parecían ser de la banda de Hanma.

Me volteé recordando que él aun seguía detrás y me di cuenta de que me miraba muy molesto.

Rápidamente cambió su expresión y sonrió al ver a Mikey a mi lado.

Empezó a reírse como un loco mientras tapaba su cara. Pude fijarme en que sus manos tenía unos tatuajes.

Me enamoré de un pandillero ||Mikey x lectora||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora