Me enamoré de un pandillero ||Mikey x lectora||

~ Capítulo 23 ~

- ¿Que le vas a decir?- me sorprendí al escuchar la voz de Mikey cerca de mi.

Estaba detrás mía y al parece había visto ese mensaje.

La verdad no tenía ni idea de porque Kazutora quería que nos viésemos, pero quería aprovechar la oportunidad para poder hablar con él.

- Necesito hablar con él, así que voy a aceptar- dije mientras contestaba el mensaje.

Mi corazón latió con rapidez al sentir como los brazos de Mikey rodeaban mi cintura formando una abrazó. Escondió su rostro en mi cuello.

- Haru-chan, no quiero que te pase nada por mi culpa- dijo mientras me atraía más hacia el.

- No me pasará nada y menos por tu culpa- dije mientras acariciaba su pelo- Ya te lo he prometido.

Sonrió en mi cuello para luego separase y depositar muchos besos en mi rostro, provocando que me hiciese cosquillas.

Después de estar casi toda la tarde estudiando con Mikey y dándole besos como premio, tuvo que irse a su casa ya que Emma le estaba esperando.

En cuanto se fue, no dude en llamar a Emma. Quería que me contase como le iban las cosas con Draken.

Al parecer al fin se habían hecho pareja pero Draken no quería aún anunciarlo, lo cual me pareció extraño. Tendría que hablarlo con él.

Más tarde llegó mi madre y cenamos juntas. Me alegro de que ahora pueda valorar más el tiempo que paso con ella.

Cuando me fui a mi cuarto para acostarme, miré mi móvil y tenía un mensaje.

Por mi vale.

Además, quería hablar contigo.

Kazutora:

¡Genial!

Podemos ir a algún sitio al salir de clase.

Espero con ansias verte :)

Me sorprendí al leer el último mensaje pero no le tome mucha importancia.

Iba a apagar el móvil para poder irme a dormir pero entonces alguien me llamó.

Sonreí al ver quien era.

- ¿Chifuyu?

- Haru, siento molestarte tan tarde- dijo riendo nervioso.

- No te preocupes, de todas maneras no tenía mucho sueño- dije riendo- ¿Pasó algo?

- Mikey me contó que vas a estar en la primera división con Baji-san y conmigo- dijo emocionado- Me alegro mucho de que estés con nosotros.

- ¡Yo también!- dije sonriendo- Intentaré no defraudaros.

Escuché su risa al otro lado del teléfono.

- Se que no lo harás.

Estuvimos un buen rato hablando. La verdad nunca había podido hablar tanto tiempo con una persona por llamada. Me sentí feliz al saber que al menos había progresado algo y que había conseguido muy buenos amigos.