Me enamoré de un pandillero ||Mikey x lectora||

~ Capítulo 17 ~

Cogí aire y me acerqué a ese arbusto.

- Kisaki, ¿que demonios haces?

Al escucharme se sobresaltó y volteó a verme. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al verlo sonreír.

- Vaya, mira quien tenemos aquí- dijo mientras se levantaba- La nueva integrante de la ToMan.

Pude notar como se fijó en mi cuello, seguramente Mikey me habría dejado una marca antes. Me sonroje un poco pero rápidamente reaccioné.

Rodé los ojos y me crucé de brazos.

- Te he hecho una pregunta.

- Tranquila, tan solo quería echar un vistazo a la fiesta.

- Pues que sepas que no estás invitado- dije molesta- Así que lárgate.

Él frunció el ceño.

- No deberías creerte tanto solo por entrar en la ToMan- dijo suspirando- Sigues siendo una inútil.

Apreté mis puños y él aprovechó para acercarse.

- Te recuerdo que si estuvieses conmigo no estarías en peligro- dijo en mi oído.

Acercó su mano a mi mejilla con la intención de acariciarla pero ya no aguante más y cogí su muñeca apartándolo de mi.

Después le di un fuerte puñetazo haciendo que sus gafas se cayesen.

- ¡Cuando vas a entender que estoy con Mikey!

Me di la vuelta para volver dentro y avisar a Mikey pero me detuve al sentir como alguien agarraba mi cuello con fuerza.

- Nos volvemos a ver, Haru- me tensé al escuchar esa voz.

- ¿H-Hanma?- dije apenas sin poder hablar, me estaba ahogando.

- Exacto- dijo riéndose- No debiste hacerle eso a Kisaki.

¿Desde cuando Hanma estaba con Kisaki?

Sin pensármelo dos veces pise su pie con fuerza y él me soltó.

Volvió a poner su mirada en mi y empezó a acercarse para agarrarme del cuello de nuevo, pero alguien lo detuvo dándole un puñetazo.

- ¿Chifuyu?- dije sorprendida.

- Menos mal que os he escuchado- dijo con la respiración agitada- No te preocupes, no tardarán en venir los demás a ayudar.

Sonreí al escuchar eso y asentí.

- ¡Esto será divertido!- dijo Hanma riéndose.

- Hanma, nos vamos- la palabras de Kisaki nos sorprendió a todos.

¿En serio pensaba huir?

- ¡Haru-chan!

Me volteé al escuchar la voz de Mikey y pude verlo venir corriendo hacia mí para después envolverme en un abrazo.

- ¡¿Estás bien?!- dijo mirándome preocupado.

- Si, tranquilo- dije mientras le daba pequeños golpes en la espalda.