~ Capítulo 8 ~

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Me quedé petrificada al escuchar ese nombre.

Intenté mantener la calma.

- ¿Como ha conseguido mi número?- pregunté confundida.

- No tengo ni idea- dijo suspirando- Solo espero que no haga ninguna idiotez.

Trague saliva algo nerviosa.

- No puede enterarse de que estamos saliendo- dijo mirándome serio- Podría hacerte algo.

- No te preocupes, no se lo diré- dije intentando tranquilizarlo.

- Mikey-kun, Haru, ¿estáis ahí?- la voz de Takemichi detrás de la puerta nos sorprendió a los dos- Siento interrumpiros, pero os tenéis que ir.

Sentí mis mejillas arder y abrí la puerta.

- No estábamos haciendo nada- dije riendo nerviosa.

- Ajá- dijo Draken sonriendo, pero al ver la expresión de Mikey su sonrisa desapareció.

- Kenchin, tenemos un problema.

- Mikey, no es un problema- dije intentando no preocupar a los demás- No pienso decirle nada.

- ¿Que es lo que ha pasado?- preguntó Draken serio.

- Hanma ha llamado a Haru-chan.

Hubo un pequeño silencio incómodo.

- Joder- dijo molesto- Haru, deberías irte ya a casa.

- ¿Eh? ¿Por qué?

- Por precaución.

Lo miré sorprendida, ¿tan malo era ese tío?

- Te puedo acompañar a tu casa- dijo Hina sonriendo.

- No, me encargaré yo- dijo Mikey mientras cogía mi mano y después sonrió- Será lo mejor.

Suspiré, esto me estaba dando muy mal rollo.

Me puse mi ropa y por suerte yo ya estaba más o menos seca.

Mikey me llevó en su moto hasta mi casa y por suerte Hanma no apareció.

- Haru-chan, no salgas de casa por ahora- dijo Mikey mirándome serio- Mañana espérame aquí y te acompañaré para ir al instituto.

- Mikey, creo que puedo cuidarme sola, en serio no quiero que te preocupes tanto.

- Lo sé pero es por precaución- dijo mientras cogía mi mano- Lo último que quiero es que ese idiota te lastime.

- No te preocupes, no me pasará nada- dije sonriendo.

Él me devolvió la sonrisa y luego me dio un beso corto en los labios.

- Te mandaré mensajes- dijo mientras arrancaba la moto- ¡Bye, bye!

Entre en mi casa y salude a mi madre. En algún momento tendría que contarle lo de Mikey pero ahora mismo no era muy buena idea.

Cuando llegué a mi cuarto, me tumbé en mi cama. Sinceramente estaba algo asustada, pero no quería preocupar a Mikey.

Recordé lo que estábamos haciendo antes de esa maldita llamada. Me sonroje al instante al recordar sus caricias y sus labios devorandolos los míos.

El tono de llamada de mi móvil me sacó de mis pensamientos, seguramente era Mikey llamándome preocupado.

Para mi sorpresa, era un número desconocido.

Me quedé mirando la pantalla un buen rato. ¿Y si era Hanma?

Me enamoré de un pandillero ||Mikey x lectora||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora