~ Capítulo 3 ~

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Tarde un rato en reaccionar al ver a Mikey en mi ventana. Rápidamente la abrí.

Cuando él entró pude cerrarla.

- ¡¿Mikey?!

- Hola, Haru-chan- dijo sonriendo- ¿No estás feliz de verme?

- No es eso- dije negando con la cabeza- Es que si mi madre te ve aquí no se que podría pasar.

- No te preocupes, no tiene porque enterarse.

- Si, solo espero que no llame a la puerta y entre- dije suspirando- ¿Por qué has venido?

- Solo te echaba de menos.

Me sonroje por sus palabras y me quede callada sin saber que decir.

- Tu habitación es muy linda- dijo mientras la analizaba con la mirada.

- ¿Tú crees?- pregunté confundida, tampoco es que fuese muy bonita.

De repente, fijó su mirada en algo.

- ¿Eso de ahí son galletas?- preguntó con un pequeño brillo en sus ojos.

Mire a lo que estaba señalando y era el pequeño bote de galletas que estaba en mi mesa.

- Si, las hice con mi madre el otro día- dije sonriendo- Antes de que se enfadara conmigo.

- ¡Galletas hechas por Haru-chan!- dijo emocionado.

Le hice una señal para que se callase.

- Baja la voz, mi madre nos puede escuchar- dije algo nerviosa.

- Lo siento- dijo riendo- ¿Puedo comer alguna?

- Claro- dije con una sonrisa.

Cogió algunas y empezó a comérselas feliz. Los dos nos sentamos en el suelo. Mi móvil sonó sacándome de mis pensamientos.

- ¿Quien es?- preguntó Mikey levantando una ceja.

- Un número desconocido- dije confundida para luego cogerlo- ¿Hola?

- ¿Haru? ¿Está Mikey contigo?

- ¿Draken?- al decir ese nombre la expresión de Mikey se calmó- ¿Cómo demonios tienes mi número?

- Me lo dio Mikey- dijo algo molesto- ¿Esta el contigo?

Me quede pensativa, ¿por qué le habría dado mi número de teléfono?

- ¿Hola?- habló al ver que no decía nada.

- Si, esta aquí- dije mientras lo miraba.

- Ese idiota- dijo suspirando- ¿En serio ha entrado en tu casa?

Seguí mirando a Mikey quien aun seguía disfrutando de las galletas.

- Si.

- Le dije que no hiciese nada, siento si te esta molestando.

- ¿Eh? No- hablé rápidamente- No te preocupes, no me está molestando.

El se quedó callado por un rato.

- ¿Que está haciendo?

- Comiéndose unas galletas- dije sin poder evitar reír.

- Esta bien- dijo más calmado- Llámame si pasa algo.

- ¡Vale!

Colgué y volví a mirar a Mikey.

- ¿Por qué le has dado mi número de teléfono a Draken?- pregunté confundida.

Me enamoré de un pandillero ||Mikey x lectora||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora