𝟒𝟗. almost angels

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𝗖𝗔𝗦𝗜 𝗔𝗡𝗚𝗘𝗟𝗘𝗦

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𝗖𝗔𝗦𝗜 𝗔𝗡𝗚𝗘𝗟𝗘𝗦

Por la noche, Thiago y Valeria caminaron hasta el sótano, con besos de por medio, y al bajar se encontraron coná Nico y a Cielo.

— ¡Diez, diez, diez, diez! —Nicolás llamo su atención—. ¡Hola! ¿Ustedes tiene un problema de visión qué no ve?

— No, no —negó.

— Mamá y Papá. ¿Qué hace con la dulce? —los miró ya que se estaban besando

— Eh, a ver. ¿Ustedes qué hacen acá? —cuestionó Thiago.

Cielo se acomodó— ¿Cómo qué hacen acá?

— Queríamos hacer algo que no empezamos a hacer porque usted bajaron —farfulló Bauer.

Thiago suspiró— ¡Nosotros también! ¡Esto es de los guardianes, Nico!

— ¡Es verdad! —secundo su novia—. ¡Ahora fuera de aquí!

— ¡No! ¡Chau! —la rubia les tiro un almohadón.

— Diez, no me haga esto, por favor. Yo lo ayude con el lucre y todo —lo miró Nico.

— ¡No, no, no, no, no! ¡Ustedes tiene el altillo, vamos! —tiro de los pies de su tutor.

— ¡Dale, dale! —aplaudió Valeria—. ¡Fuera! —ayudo a la rubia a levantarse.

— ¡Cierren la puerta! —gritó Bedoya, cuando subieron—. ¡Sí! ¡Chau, Chau!

Los dos se sentaron en la cama, por fin estando solos. La paz y tranquilidad reinaba en ellos.

— ¿Qué es eso? —preguntó Thiago, al ver que ella escondía algo.

— Nada

— ¿Eso es para mí?

— ¡No seas ansioso, gato! —se acomodó, mirándolo con una sonrisa—. ¿Me podés decir lo qué va a pasar cuando abramos el libro?

Hizo una mueca— Algo muy importante va a pasar. Por ahí, encontrás tu factor desencadenante

— No

— ¿No qué? —lo miró confundido.

— No. Porque ya encontré mi factor desencadenante —jugo con sus manos—. Estaba muy confundida por lo que sentía por vos, sin saber como decirte lo que sentía. Sos mi mundo entero, me cambiaste la vida, mi amor. Me sacaste de la oscuridad

Sonrió ligeramente— Vos cámbiate mi vida, Val. Con vos puedo estar en paz. Te amo más de lo que imaginas

— Sos tan lindo —se mordió el labio—, sos lo mejor Thi. Te amo —besó sus labios.

— Soy casi, un tipo seguro. Casi, casi, casi, sin celos. Casi perfecto. Vos me cambiaste la vida —le dio un beso a su mano.

— No, casi no. Te cambie la vida —el asintió—. Y vos le diste un cambio dramático a la mía —lo tiró a la cama, quedando casi arriba de él.

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒, ᥴᥲsι ᥲ́ᥒgᥱᥣᥱs²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora