𝟑𝟒. deception

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𝗘𝗡𝗚𝗔𝗡̃𝗢

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𝗘𝗡𝗚𝗔𝗡̃𝗢

Media hora más tarde, Simón estaba con su novia en el aula ya que no se sentía del todo bien, no después de la pelea con su padre hace unas horas atrás.

— Un día se saco y me echo toda la culpa —comentó el castaño—, fue horrible, y más con la mentira que descubrí

— Estuvo muy mal tu viejo ahí —agarró su mano en forma de consuelo.

— Lo sé, pero perder a un hijo es muy grave amor —intento justificar a su padre—, por eso no quiero decepcionarlo

— Mmh, claro, ¿y estar con está negrita sería cómo decepcionarlo, no?

— No, para mí no, Mar —negó rápidamente—, mirá yo tampoco entiendo el por qué te odia tanto pero espero que con el tiempo empiece a quererte de misma forma que quiere a Mel–

— ¿A quién? —frunció el ceño.

— A nadie, a nadie, papá no quiere a nadie —suspiró—. Nos vemos después

Le da un pequeño beso en sus labios y sale del aula.

Se mordió el labio— Soy una tonta —y en éso le llega un mensaje del rubio.

Rama—; Mar, te invito una cena
solo para hablar. ¿Te jugas?.

— Ay, Rama —suspiró ella—, ¿por qué me lo hacés tan difícil? —y le responde con un sí.

Afuera de la masión se encontraba Melody en rumbo a su casa, sentía bastante miedo cuando recibió una carta de Matheo, no se lo quería cruzar.

— ¿A dónde vas rubia? —el pelinegro la garra de la cintura.

— ¡¿Qué hacés acá?! ¡¿Estás loco?! —gritó Melody safandose del amarre.

— Yo cumplo mis amenzas chiquita —paso su dedo índice por la nariz de ella con diversión.

— Estás enfermo. ¡Déjame en paz!

— Vos me dejaste asi rubia —se acerca a ella—, está noche en la fiesta, vos y yo, solo una vez y te dejo en paz

La rubia lo queda mirando con desconfianza, ya la había engañado una vez con eso pero tampoco perdía nada con intentar.

— Está bien, pero solo vamos a charlar como conocidos —aclaró para luego irse.

Por el otro lado, Thiago y Valeria estaban sentados en una banca, ambos mirándose directamente a los ojos sin poder negar lo que sentían cada vez que estaban juntos.

El sentimiento se volvía cada vez más fuerte cuando se abrazan o se tomaban de la mano.

— Perdón, Vale —comenzó—, no sé como pasó lo que hicimos pero yo —suspiró—, yo no me arrepiento

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒, ᥴᥲsι ᥲ́ᥒgᥱᥣᥱs²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora