6 Mi nuevo vicio

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El cielo se pintaba de colores pasteles y las primeras luces del alba iluminaban la fría madrugada de Los Ángeles. Aquí en un jardín al sonido de una guitarra un corazón fue robado, no había policía que detuviera el acto, todo fue sin permiso, irrumpió en mi de forma brutal llevándose mi sentido común y dejándome cada vez más enamorada.

Envuelta en una manta sobre el sofá descanzaba mis pies sobre sus muslos admirando su bello perfil y la destreza con la que tocaba el instrumento mientras los músculos de sus brazos se contraían al hacerlo, era todo un espectáculo.

- Te sería molesto que fumara un cigarrillo? - miró en mi dirección.

- Que te llevó a fumar?

- Digamos que los días interminables de tour pasaban factura a mi salud mental y tenía que encontrar una forma de relajarme, confieso que no es la mejor pero ya quedó el vicio- dijo alzando los hombros.

- Y si yo no lo permito?

- Sé tu mi nuevo vicio, hazme olvidar el cigarrillo- dijo acercándose encima de mi - sé mi propia droga - murmuró en mi oído.

Enredé mis manos en su cabello y muy despacio uní mi boca con la suya perdiéndome en la dulzura de sus labios.

- Contigo todo es tan fácil y diferente - dijo sacando un mechón de mi cabello de mi frente.

- Me estás llamando fácil?

- No - contestó rápidamente riendo - Me refiero de que conectar contigo, interactuar, conversar, todo es tan sencillo, tan agradable, tan diferente a...

- A Zoe - terminé su oración mientras este asentía.

- Con ella todo fue complicado desde el comienzo, el alcohol, el mismo círculo de conocidos y mi desesperación de tener algo como lo de mis amigos hicieron que comenzara algo con ella aunque muy dentro sabía que no funcionaría, Zoe es mi antítesis, tiene un carácter muy volátil, no se siente cómoda con nada, por un tiempo realmente lo intenté, Dios sabe que sí, pero era imposible, siempre había un pero, una discusión en cualquier lugar dándole comidilla a la prensa, no le gustaban mis amigos ni incluso mi familia, eramos demasiado simples para ella le escuché decir un día.

- Pero que te mantiene atado a ella?

- Un contrato, un maldito contrato que hasta que no termine tendré que fingir delante de todos una relación ficticia.

Podía ver el dolor de Calum, más bien podía hasta sentirlo porque aunque pareciera increíble entre ambos había una conexión extraordinaria.

- Calum, lo siento- fue lo único que pude decir - mirándole con el rostro apenado.

- No Snow, deja de pensar en eso y pensemos en nosotros - dijo tomando mis manos entre las suyas.

- Nosotros?

- Si, nosotros, no quiero que tengamos una etiqueta de lo que tenemos que ser, dejemos que las cosas fluyan, yo solo quiero saber más de ti - dijo besando mis nudillos.

- Yo también lo quiero así Hood, vamos despacio, le temo mucho a los compromisos - confesé.

- Tranquila mi Wildflower- mencionó a centímetros de mi boca para podernos besar nuevamente.

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Nueve de la mañana y aquí estaba en la puerta del apartamento después de que Calum me dejara para ir hasta el studio. Nunca pensé que cuando Kyla me dijo que tomara un juego de llaves anoche lo decía en serio y ahora estuviera como tonta tocándole al timbre.

Cuatro llamadas, dos mensajes y cientos de toques después apareció una versión de mi mejor amiga muy despeinada y solo usando ropa interior.

- Hola, buen día Snow, como te fue la noche? No tan bien como a ti, donde dormiste por cierto? - dije en tono irónico mientras entraba.

- Snow, lo siento, me pasé de tragos y creo que lo arruiné todo - dijo Kyla rompiendo a llorar sorprendiéndome.

- Shhhh tranquila, ven y cuéntame que sucedió - dije llevándola conmigo hasta el sofá y acunándola entre mis brazos como siempre hacíamos la una con la otra.

- Es Roy- dijo sollozando - anoche hablamos bastante y fuimos a la cama y...

- Y que pasó? - la animé a seguir.

- Y me dijo que estaba enamorado de mi - rompió nuevamente en llanto.

- Pero Ky eso que tiene de malo? - pregunté limpiando sus lágrimas.

- Que creo que yo también siento lo mismo y eso me aterra - confesó. Kyla a pesar de ser preciosa y talentosa nunca había tenido suerte en el amor, tenía la habilidad de caer en los brazos de patanes profesionales que le rompían el corazón por lo que esta se resignó y hasta ahora solo eran ligues lo que llegaba a su vida.

- Ky, mírame y escúchame bien - le dije tomando su rostro entre mis manos- sé que yo no soy la que más tiene experiencia para aconsejar a alguien pero piensa en algo, cuál de los chicos con los que habías estado antes te había hecho una declaración así? - rápidamente esta hizo un gesto de negociación- además por cual de ellos te habías sentido así desde los comienzos? - volvió la repetir el gesto - entonces que te cuesta bajar la guardia, dejarte llevar por una vez, recuerda que es mejor arrepentirse de algo que hiciste que de algo que no hallas hecho, solo haz lo que te dicte tu corazón, si sale bien serás muy feliz, estoy segura, y di no pues aquí estaré con mucho chocolate y películas de Adam Sandler - dije mientras ella reía de mi último comentario.

- Voy a intentarlo, que más puedo perder- dijo animada mientras una sonrisa iluminaba su bello rostro.

- Ven aquí y derríteme mi sunshine - dije abrazándola mientras ambas reíamos.

- Un momento- se detuvo Kyla y se separó de mi mirándome con esa mirada acusadora que ya conocía - y tu donde pasaste la noche?

Oh no, esto se pondrá interesante...

My Wildflower (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora