23 Lo haremos juntos

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Sentía que todo mi cuerpo dolía inmensamente como si un camión me hubiese atropellado. Mi cabeza iba a estallar y sentía como un pitido contínuo se escuchaba a mi lado, pero lo que realmente me hizo recobrar los sentidos fue una voz melodiosa y suave que decía cosas muy lindas.

No estaba muy clara pero hablaba de fuerza y de un bebé, estaba soñando? Probablemente pero luego una pequeña caricia en la zona de mi abdomen me hizo notar con más claridad la realidad y poco a poco aunque me costaba un mundo abrí mis pesados párpados para ver como Calum estaba ahí, a mi lado acariciando mi vientre mientras yo estaba en una cama probablemente de un hospital por las vías que llevaba conectadas por agujas a mis brazos.

- Calum? de que bebé hablas? - pregunté con una voz tan débil que casi ni yo misma me escuchaba.

- Wildflower, despertaste!!!! - dijo con un rostro lleno de felicidad mientras yo intenté moverme un poco para estar más cómoda pero el dolor me invadió por todos lados y tuve que quedarme inmóvil - Hola amor!!!! - dijo acercándose y besando mis labios mientras yo gustosamente lo disfrutaba.

- Hola - dije después de que su boca se despegara de la mía.

- Como te sientes linda? - preguntó tomando mi mano derecha entera las suyas.

- Creo que he estado mejor pero estoy viva - dije pensando en que nunca creí que saliera viva de esa casa - Y él? - me atreví a preguntar.

- Preso pagando por sus crímenes- dijo seriamente.

- Pero como me encontraste, que sucedió? - pregunté.

- No te preocupes Snow, eso no es importante ahora, ahora lo que importa es una noticia que debo darte - dijo Calum poniéndome nerviosa - El doctor que te atendió me explicó que te hicieron al llegar unos exámenes y en uno de ellos encontraron el hallazgo de que estás embarazada Snow, estamos esperando un bebé - dijo Calum mientras yo solo pude concentrarme en una sola palabra "embarazada"

- Snow, cariño háblame - me pidió Calum mientras yo no podía emitir ningún sonido, estaba en shock.

En ese mismo momento un doctor entró por la puerta de la habitación desviando nuestra atención hasta el.

- Me alegra mucho que halla despertado señorita Walters- dijo el doctor cordialmente mientras llegaba a mi lado - Espero que el joven aquí presente ya le halla hecho saber sobre su condición.

Asentí sabiendo perfectamente a lo que el doctor refería.

- Entonces han considerado en tenerlo o interrumpirlo? - preguntó seriamente.

Cielo santos, un hijo, una pequeña vida estaba ahora mismo creciendo dentro de mí, algo que nunca hubiese esperado y mucho menos en este momento, estaba asustada, no sabía que hacer, solo llevaba poco tiempo con Calum y ya nuestra relación había producido bastantes revuelos sin contar que no sabía que iba a ser de mi vida, tenía veinticuatro años, no era una niña pero tampoco sabía que hacer en un caso así, crecí sin una madre y se suponía que ellas te preparaban para un momento así.

Todo mi cuerpo temblaba y sentía como mis ojos inundados en lágrimas buscaban a la única persona que quería ver en un momento así. Miré a Calum, sus ojos cafés se encontraron con los míos mientras sentía como ambos sin decir palabras podíamos entendernos perfectamente.

Estaba aterrada y él perfectamente lo pudo notar cuando su mano apretó fuerte la mía y una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

- Lo haremos juntos- susurró y eso fue todo lo que necesitaba para reunir fuerzas y sentirme capaz de enfrentar todo lo que el futuro me deparara porque sabía que a su lado era capaz de encontrar la fortaleza que sola no tenía.

- Tendremos nuestro bebé- respondí mirando al doctor el cual asentió y luego mirando a Calum el cual sonrió en mi dirección.

- Muy bien, pues está en mi deber decirles que debido a el accidente que tuviste debes de cuidar mucho de tu salud al menos en estos primeros meses, creemos que el bebé no haya sufrido consecuencias además de que aún es demasiado pequeño como para saberlo pero no es menos cierto que tienes que hacer abundante reposo porque sufriste golpes muy fuertes que pueden tener secuelas a corto y largo plazo.

- Eso quiere decir... - dijo Calum preocupado.

- Quiere decir que tiene que cuidar mucho de esta joven para lograr un embarazo a término. No obstante les recomendaré a un obstetra muy reconocido en Los Ángeles donde ustedes viven que podra atendela muy bien - dijo el doctor mientras comprobaba mis signos vitales en el monitor al cual estaba conectada.

Unos minutos después el doctor se despidió prometiendo que solo necesitaría un día más de ingreso solo por precaución y luego estaría de alta lista para volver a Los Ángeles, algo que me puso muy feliz debido a que estar en Atlanta no me traía muy gratos recuerdos.

- Esto no traerá consecuencias negativas para ti y tu carrera - pregunté mirando a Calum que aún tenía mi mano sostenida.

- Nada que me haga feliz puede afectarme, ni tu ni mi hijo que ahora son mi prioridad van a ser una carga para mi, ustedes son mi bendición- dijo Calum poniéndose de pie y acercándose a mis labios - Te amo Snow- susurró.

- Te amo Hood - dije llorando mientras sentí como él también lo hacía pero esta vez no de tristeza sino de felicidad.

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- Estás segura de esto? - preguntó Calum que de un día para otro se había vuelto demasiado sobreprotector conmigo.

- Es que lo necesito- dije tratando de salir del auto con la ayuda de Kyla que no se había separado de mi desde que tuvo la oportunidad de verme.

Con mucho cuidado me bajé del auto ayudada de una muleta que me hacía más ligero el caminar debido a un esguince que tenía en la pierna izquierda.

- Quieres que te acompañe alguno de nosotros? - preguntó Calum.

- No, deseo estar a solas - dije caminando hasta la dirección que me habían acabado de dar.

Estuve andando por unos metros, tratando de fijarme en llegar al lugar correcto hasta que la ví. Ahí estaba un poco descuidada por el paso de los años pero claramente se podía ver su nombre en ella, en la tumba de mi madre, Amy Charlotte Walters.

Sé que sonaba mal pero nunca había venido hasta aquí, nunca había encontrado el valor suficiente como para darme contra la realidad de saber que mi madre se había ido definitivamente, que aquel día donde mi pidió que fuera fuerte, que me amaba, ese día donde estaba tan hermosa con su cabello recogido en una trenza, con sus ojos llenos de vida a pesar del dolor, que ese día sería el último de su vida, él último de mi vida sin madre. Me coloqué de rodillas como pude aún adolorida y llevé hasta el césped las rosas rojas que tanto amaba.

- Hola mamá, se que has estado esperándome por años, sé que no he sido una buena hija, que cometi errores que tu nunca hubieses aprobado, sé que tal vez no soy lo que tu hubieses querido para mi pero nunca te has ido de mi corazón mamá, aún esa pequeña niña a la que dejabas peinarte y que jugara con tus ropas, aún esa niña te recuerda como si fuera hoy. Sabes mamá, yo también seré madre, ahora existe algo más que nos une madre mía y eso hace que te ame aún más, que entienda cuanto sacrificaste por mi, como me diste tu vida - mis ojos no paraban de llorar pero era un llanto que me hacía bien, que había guardado por mucho tiempo y que hoy dejaría salir.

- Ella donde sea que esté te ama mucha y está muy orgullosa de ti - dijo la voz de Calum detrás de mi mientras me abrazaba entre sus brazos.

- Duele mucho Calum - dije sintiendo como mi pecho ardía - nunca pude decirle adiós, no me pude despedir- sollocé mientras Calum me apretaba cada vez más fuerte entre él.

- Ella no se ha separado de ti nunca Snow- dijo este haciéndome sentir un poco mejor - Anda vamos, vayamos a hablar con el encargado para que arregle este lugar - propuso Calum mientras yo asentía.

Esta página de mi vida que hace mucho tiempo debía de haber cerrado hoy ponía fin a toda esa tortura que me atormentaba día tras día, hoy me volvía a liberar de mis fantasmas, hoy ya podía reencontrarme con mi pasado sin sentir culpas, sin sentir miedo.

My Wildflower (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora