1 Brutales ojos cafés

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Estaba harta, cinco años de una relación fallida me había dejado agotada. Celos, prohibiciones y hasta violencia habían hecho de mi juventud una tortura al lado del hombre más miserable de toda la maldita tierra.

Pero aquí estaba hoy, como el ave fénix tratando de renacer de mis propias cenizas, había perdido la confianza en mi misma, mi valía como mujer y sobre todo mi independencia, pero ya era hora de emprender un nuevo camino.

Tomé mis ahorros de años, las pocas pertenencias que tenía y así me fui de la ciudad para vivir junto a mi mejor amiga Kyla en su apartamento en Los Ángeles. Sé que todo sería difícil porque comenzar de cero en un lugar nuevo es muy difícil, pero a duras penas había cursado un curso de fotografía que me había ayudado mucho y con suerte encontraría algo de ese tipo por aquí.

- Snow, el negro o el rojo? - preguntó Kyla del otro lado de la habitación mostrándome un vestido que ni en un millón de años me pondría.

- Ni uno ni otro Ky - dije alzando una ceja mientras trataba de desempacar mi escaso equipaje.

- Por favor, no volvamos a lo mismo, se supone que querías ser una mejor versión de ti, que querías rehacer tu vida y vienes vistiendo ropa oversize? - dijo mirando la mayoría de mi vestimenta que en efecto se trataba de joggers, hoodies y mama jeans oversize que había comprado por años para no causar el celo de mi antigua pareja - Basta, quedamos en que me dejaras hacer por una vez las cosas a mi manera - se quejó.

- Pero tus maneras no son las más...- dije sin terminar de completar mi frase ya que conocía muy bien lo alocada que era Kyla.

- Ni las tuyas tampoco o te recuerdo porque estás aquí hoy - mencionó mirándome fijamente.

- Touché - exclamé sabiendo que al final tenía razón, había estado liándola por varios años tratando de ser la novia perfecta sin darme cuenta de lo monótona que había sido mi vida.

- Pues que no se diga más, vamos a depilar esas piernas e incluso algún lugar más, arreglar ese rostro y salir esta noche como mínimo a conquistar un famoso - canturreó Ky empujándome hacia el cuarto de baño.

Dos horas después de una completa depilación brasileña y un maquillaje dramático estaba frente al espejo tratando de entender porqué me veía envuelta en un minúsculo vestido rojo pasión que no dejaba mucho a la imaginación.

- Ky, y si ...

- Y si no Snow, tienes el culo y las telas más maravillosas de esta tierra, eres un mujerón y siempre te escondes detrás de esas ropas horribles - exclamó mientras terminaba de colocarme una gargantilla en el cuello como accesorio.

- Pareces mi hada madrina y yo una Cenicienta pero en este caso una pervertida - dije admirando completamente mi figura en el espejo.

- Calla y vamos a por unos tragos que la noche es joven - mencionó Kyla detrás de mi cerrando la puerta del piso.

Salimos en su auto y después de media hora estábamos en una zona muy maja de la ciudad donde había un club con luces de neón fuera y una fila muy extensa para poder entrar.

- Ky, creo que es mejor volver, que hay muchas personas y no lograremos entrar - exclamé alisando mi vestido para que no se viera algo indebido.

- Mi querida amiga, me asombra que dudes de mi porque conociéndome como ya lo haces deberías de saber que tengo muchas influencias como para entrar por esa puerta sin ningún problema - dijo Kyla con un gesto de suspicacia mientras me tomaba de la mano y llegábamos hasta la puerta del local donde se encontraba un portero de al mínimo dos metros de altura.

- Buenas noches señoritas - dijo el señor de forma cordial.

- Hola Clay- dijo Kyla muy simpática - Ya sabes, ando con Roy y el clan - mencionó y este asintió con la cabeza y abrió la puerta para ambas.

My Wildflower (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora