12 Confianza

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Pegué un salto en la cama e inmediatamente me sonrojé pues Calum me había sorprendido oliendo su ropa como si de una psicópata se tratase. Pero también estaba el verle ahí, parado frente a mi envuelto solo con una toalla en su cintura y lleno de gotas diminutas de agua que se esparcían por todo su cuerpo.

- Hola - contesté avergonzada.

Una sonrisa pícara se formó en su rostro y lentamente caminó hasta estar frente a mi a solo unos milímetros entre nuestros cuerpos.

- Te gusta lo que vez? - preguntó en tono burlón mientras hacía su tan familiar gesto de llevar sus manos a mi mentón para que lo mirase.

- Sí - respondí en un susurro, se que le había dado la respuesta que tanto quería pero tampoco es como si pudiera mentirle.

- A mi también me gusta lo que veo - susurró llevando una de sus manos desde mi cuello hasta mi pecho pasando delicadamente uno de sus dedos por encima de mi playera justo en el mismo lugar donde mi pezón se erguía a su tacto - Y también lo que siento- terminó de decir y sin más me llevó hasta la cama donde el se sentó y me llevó a su regazo.

- Estás seguro que todo esto no es una locura? - pregunté seriamente pues no podía obviar la forma en que daba vez nos compenetrábamos más y las consecuencias que eso podía traer.

- Locura sería que te pudiera tener toda una noche para mi y no disfrutarlo- dijo tomando a su vez el extremo de mi playera y librándome de ella para solo quedar en unos panties y sin bra - Eres tan deliciosa.

Su boca fue directamente hasta mis pechos, primero uno y luego el otro consintiéndolos y acariciándolos con su boca y sus manos. Mi respiración cada vez se entrecortaba más pues con cada roce suyo a mi piel enviaba miles de impulsos nerviosos a todo mi cuerpo como si de electricidad se tratase.

Estaba deseosa de él, ya creía que era hora de dejar la vergüenza a un lado y poder disfrutar yo de la satisfacción de su cuerpo y hacerlo disfrutar a él por lo que después de un largo suspiro le coloqué las manos sobre sus anchos hombros y muy despacio lo impulsé hacia atrás para que quedara tendido en la cama mientras yo permanecía sobre él.

Tomé un extremo de la toalla y con un solo movimiento lo dejé libre de ella quedando completamente desnudo ante mi. Sus ojos me tenían bajo escrutinio, se habían tornado de una oscuridad lasciva y sus manos se apoderaron de mis caderas. Me incliné hacia adelante y sin más llevé mi boca hasta el lóbulo de su oreja saboreando su piel y el olor que desprendía esta y su cabello húmedo recién lavado, desde ahí y con la mística melodía de sus suspiros y gemidos ahogados emprendí un rastro de besos desde su cuello, su pecho y cada uno de los tatuajes que en él tiene hasta llegar a su abdomen y luego a su zona viril.

Ahí me detuve, no sabía como reaccionaría ante esto pero al alzar los ojos y ver el deseo en su rostro solo bastó eso para comenzar a saborear a plenitud cada centímetro suyo. Sus manos se apoderaron de mi cabeza y todo mi cuerpo se congeló en un momento. Ya había hecho esto antes y nunca había salido bien al ser maltratada, forzada y sometida haciendo las cosas por obligación. Un suspiro se escapó de mis labios pero él como si de telepatía se tratara comenzó a frotar tiernamente mi cabello.

- Así mi Wildflower, me encantas! - se animó a decirme en un suspiro mientras yo me llenaba de energía nuevamente y comenzaba a disfrutar más del placer que este me ofrecía.

Continué mi goce y de un momento a otro hizo un gesto como de que no continuará más, sabía que estaba al llegar al punto máximo pero yo quería disfrutarlo consigo por lo que aumenté la intensidad de mis embestidas hasta sentir como mis papilas gustativas se llenaban de su sabor tan exótico y adictivo.

Despacio me coloqué nuevamente sobre él pero en esta ocasión Calum hizo un gesto para que me le uniera a su lado.

- Ven aquí pequeña- susurró tomándome entre sus brazos y estrechándome sobre su pecho - Que sucedió ahí? preguntó tiernamente aunque sabia a lo que se refería y eso me llenaba de temor.

- Solo fueron malos recuerdos- confesé escondiendo mi rostro entre sus cuello.

- Lo siento princesa, conmigo no será así, conmigo no - sentenció besando mi cabello, no sabía como pero siempre me maravillaba la percepción de Calum para entender las cosas y no preguntar, solo darme esa seguridad que tanto necesitaba, esa confianza que pensé que no tendría con nadie jamás.

- Lo sé Hood - dije mirándole a los ojos mientras este enmarcaba mi rostro con sus grandes manos para luego llevarlas hasta mi cintura nuevamente.

- Y ahora dime que quieres mi Wildflower que estoy a tu merced...

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- Entonces, aún no eres mi fan? - preguntó Calum sonriendo mientras ambos jugábamos en la bañera llena de espuma.

- No lo sé, creo que Luke me gusta más - dije en un tono de fingida autoridad mientras este fingía enojo.

- Si, pero Luke no te hace llegar al cielo como yo lo hago - sentenció con suspicacia.

- Calum Hood!!! - dije alzando la voz mientras le tiraba espuma en su dirección - ten un poco de cordura!

- Me temo que contigo eso es imposible, tu me haces ser la persona más fuera de sí que nunca imaginé.

- Y eso es bueno o malo? - pregunté preocupada.

- Claro que es bueno Wildflower, estaba encerrado en una persona amargada y que no era yo, incluso mi madre lo notaba.

- Háblame de ella - le pedí pensando en la mía, en lo mucho que la extrañaba.

- De mi mamá? - preguntó jugando con los dedos de mis pies mientras yo asentía- Es una mujer estupenda, es muy sencilla y humilde, físicamente mi hermana y yo nos parecemos mucho a ella, es el alma de la casa siempre alegre y entusiasta, cocina muy bien y ama la música y escucharnos cantar - había que ver el orgullo tan grande con el que Calum hablaba de su madre, era muy afortunado por ello.

- Parece una mujer digna de admirar y conocer- dije sonriendo en su dirección.

- Lo es, y puede que un día llegues a conocerla, estoy seguro de que le agradarás mucho tanto a ella, a papá y a Mali, es que tu me los recuerdas a ellos, me recuerdas a tu lado como se está en familia, en un hogar - las palabras de Calum me dejaron perpleja, el también despertaba sentimientos así en mi, sintiéndome a salvo y segura como hacía muchos años que no lo hacía.

- Tu también te sientes como a un hogar Hood, a tu lado estoy segura y confiada - confesé.

- Osea que soy tu superhéroe - dijo sonriendo.

- Si, lo eres.

My Wildflower (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora