27 Mi esperanza

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Estaba adolorida, abatida, me faltaban palabras para expresar como me sentía. El dolor físico fue intenso, me habían administrado un potente calmante para así disminuir los cólicos de las contracciones que aún experimentaba mi útero pero el dolor para el cual no existía medicamento alguno, ese que me laceraba por dentro era el que me traía el solo saber que era vista con odio por miles de personas, que era considerada una escoria entre los demás, que había hechado a perder la vida del hombre que amo y lo más doloroso, que había perdido el hijo que estaba esperando.

Se que ya debía de estar acostumbrada pues mi vida no ha sido rosa desde que tengo memoria pero nada se comparaba con el perder una parte de ti, como aunque fuera de forma prematura y solo estuvo en mi por unas pocas semanas esa pequeño ser me había traído una satisfacción indescriptible, era mi redención, mi continuidad, la forma en la que el mundo me prometía un futuro mejor pero no fue así, hoy puedo darme cuenta que no lo sentiré moverse dentro de mi o ver mi vientre crecer, no lo escucharé llorar por primera vez ni ver sus ojitos abrirse, hoy otra parte de mi corazón se oscurecía, otra parte de mi se fue como la de mi madre, hoy algo en mi murió.

El doctor me había dado palabras de aliento, de que con mi condición física y juventud podría dentro de un tiempo lograr un embarazo saludable y a término pero por ahora no deseaba pensar en eso, no quería pensar en lo que sería de mi en un futuro porque yo realmente no lo tendría. Me iba a desterrar a mi misma, estaba precisada a que lo hiciera. Ya habían sido suficientes las penurias que había causado en los demás y en mi misma.

Una vez escuché de alguien que cuando nos enamoramos le damos el poder a la otra persona se hacernos inmensamente felices o miserables y creo que hay mucha razón en esa frase porque lo había dado todo por Calum, él era la promesa y la luz de un pasado tormentoso que podría tener un futuro lleno de luz para mi, él era mi esperanza pero no me creía con el derecho de aferrarme a eso como para ser tan egoísta de hacerle su vida miserable, de destruir lo que con tanto sacrificio ha logrado, sé que sería duro para él pero tenía que hacerlo,dolía, dolía un montón  pero un día me lo agradecería.

La puerta se abrió y como para hacerlo todo más doloroso ahí estaba él, con sus rizos alborotados y sus ojos enrojecidos en un rostro abatido. Se podía ver a millas lo afectado que estaba y esto hacía que mi corazón se quebrara aún más.

Miré hacia un punto en la pared del frente, no podría decirle que no lo quería viéndole a los ojos, era un acto cobarde pero si lo veía no lo lograria, Diablos!!!!! Porque todo lo hace más difícil.

Tomó mi mano, habló palabras de aliento, podía sentir su tristeza, su desesperación y sobre todo las ganas desesperadas de consolarme. Respiré profundamente, solo así podría decir la mentira más grande que diría en mi vida, solo así podría sacarlo de mi aunque con él se fueran mi alma y mi corazón.

- Calum, quiero que lo nuestro termine- dije de una vez provocando que este enmudeciera.

- Snow? Cariño estás drogada de medicamentos, no estás en tu mejor momento, que tal si...

- No Calum Hood, nunca he estado más clara que nunca, a tu lado he pasado los momentos más tristes de mi vida y donde has estado? Nunca has estado ahí para mi, eres una super estrella y yo no encajo en tu mundo ni me hace sentir bien - dije tratando de que las lágrimas no salieran de mis ojos y mi voz no se quebrara de un momento a otro.

- Mi Wildflower, yo lo siento tanto, no sabes lo culpable que me siento, pero podemos solucionarlo nena, yo puedo ser mejor por y para ti - dijo desesperado .

- No te quiero Calum - murmuré mientras este se desprendía de mi mano como si esta quemara.

- No, Snow, no digas eso, mírame y dilo - dijo alzando su voz en forma de desesperación.

Yo no había desviado la vista ni un minuto de donde estaba y no podía ni quería mirarlo, si lo hacía moriría de tristeza porque a mi lado él se estaba desmoronando.

- Demonios Snow, mírame y dime que no me amas!!!!!! - exigió mientras le daba un golpe a la pared provocando un estruendo enorme por toda la habitación.

- No Calum, no lo hago - dije con fingida frialdad - y ahora vete, no te quiero ver nunca más, vete- grité mientras este se daba la espalda y por primer vez lo miré llevándome la imagen más deplorable que podía ver de el, sus brazos estaban en gesto de desesperación sobre su cabeza mientras caminaba rumbo a la puerta para así cerrarla de un portazo.

Lloré a mares, lo hice, tenía una bomba dentro de mi que sentía que en cualquier momento explotaría volándome en mil pedazos. Había sido tan cruel con él que en mi existencia nunca me perdonaría como le traté pero le debía un mejor porvenir y sabia que a mi lado no tendría sosiego.

- Te amo más que a mi vida - susurré al viento mientras que una enfermera llegaba a mi habitación preguntando si necesitaba ayuda y yo asentía para así ser sedada y caer en un estado de sueño donde me liberaba de toda la pesadilla que se había convertido mi vida.




Holi a mis lectores, quería informarles que este capítulo pudo haber sido un poco corto y demasiado triste (lloraba al escribirlo e imaginar todo) pero creo que debía solo un capitulo para explicar las razones de Snow, ella lo necesitaba. Gracias siempre por sus lindos comentarios y votos y gracias por dedicar un pedacito de su tiempo en leerme. Un beso grande desde Cuba para el mundo y nos leemos👇🏻✌🏻😘

My Wildflower (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora