Positivo

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El tic tac del reloj estaba terminando por volverle loco. Caminaba de un lado a otro con la frente perlada por el sudor a lo largo de la sala, mientras su pareja no paraba de golpear el piso con su pie derecho. Uñas casi no le quedaban de tanto que las mordisqueaba y su lobo ni siquiera se molestaba en enviar ondas de calma a través del lazo; no cuando recibía las mismas emociones por parte de su omega, haciendo que éste se tensara como cuando una cuerda es jalada de ambos lados por los niños. 

¿Cuánto falta para que suene el cronómetro?

Y como si el celular de su esposo hubiese escuchado sus plegarias, emitió un sonido mientras vibraba sobre la mesita del living. No sabían qué es lo que pasaría luego de abrir esa puerta, si las cosas cambiarían, se pondrían mejor o peor. Jungkook se puso de pie de su sitio como pudo, con las rodillas temblándole como gelatina y las manos ansiosas. Buscó por instinto aferrarse a su alfa, para intentar calmar a su ansioso lobo y disimular los nervios que le comían por entero. Hoseok, tomando la manito de su omega y pescándole por la cintura con su otro brazo libre, le cogió al instante. Se miraron nerviosos, asustados, ansiosos, antes de tomar el picaporte de la puerta del baño y bajarlo con cuidado. Con pasos lentos se acercaron al tocador frente al espejo, donde reposaba un delicado aparatito, que definiría lo que vendría a continuación. 

-¿Juntos? -le preguntó a su alfa, con voz dulce.

-Juntos -asintió el mayor.

Se acercaron lentamente, estirando el cuello tanto como podían para observar el resultado. Jungkook acercó su temblorosa mano derecha, para tomar el objeto con delicadeza y acercarlo a sus rostros. El lobo omega ladró más que emocionado batiendo la cola y el alfa aulló con fuerza y orgullo.

-¡Es positivo! ¡Hobi hyung es positivo! -chilló el omega, brincando en su lugar, liberando pronto deliciosas feromonas de caramelo, vainilla y chocolate.

La alegría que atravesó el lazo de un momento para el otro, llegó enseguida hacia el organismo del alfa, causando inmediatamente la misma reacción en el joven adulto de cabellos castaños. Brincando aún en sus lugares se abrazaron fuerte, conmovidos hasta la médula y con pequeñas lágrimas que amenazaban con rodar pronto de sus ojos. Hoseok rompió la distancia levemente, para mirar a su pareja a los ojos con una enorme sonrisa acorazonada dibujada en los labios. No dudó un segundo en llenarle el rostro de besos a su esposo, acunándolo entre sus grandes manos, para tenerlo más cerca y sentir mejor su dulce aroma, mientras terminaba por sellar aquella alegría con un gentil roce en los labios.

-¿Sabes lo que significa mi hermoso conejito? ¡Vamos a ser padres!.

Jungkook sonrió encantado ante la idea, cerrando los ojos para recibir el beso de su alfa en los belfos, con su lobo aullando feliz.

-¿¡Cómo dicen!? ¡Ven aquí, Jung, mereces que te entregue las pelotas en la mano por embarazar a mi cachorro! -gritó Siwon, el padre de Jungkook, al tiempo en que se ponía de pie para ir tras del castaño, que comenzó a correr en círculos alrededor ...

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-¿¡Cómo dicen!? ¡Ven aquí, Jung, mereces que te entregue las pelotas en la mano por embarazar a mi cachorro! -gritó Siwon, el padre de Jungkook, al tiempo en que se ponía de pie para ir tras del castaño, que comenzó a correr en círculos alrededor del sofá en el que los omegas estaban sentados. 

𝕌𝕟 𝕓𝕖𝕓é 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕖𝕝 𝕚𝕟𝕧𝕚𝕖𝕣𝕟𝕠- ♡HK♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora