El señor Kim fue el primero en mostrar sus respetos al señor Jimin. Siempre tuvo la intención de visitarlo, aunque, al final, siempre le aseguraba a su esposa que no lo haría; y hasta la tarde después de su visita, su mujer no se enteró de nada. La cosa se llegó a saber de la siguiente manera: observando el señor Kim como su hijo se colocaba un sombrero, dijo:
—Espero que al señor Jimin le guste Jin.
—¿Cómo podemos saber que le gustará al señor Jimin—dijo su esposa resentida—si todavía no hemos ido a visitarlo?
—Olvidas, mamá —dijo Seokjin—que lo veremos en las fiestas y que la señora Long ha prometido presentarnoslo.
—No creo que la señora Long haga semejante cosa. Ella tiene dos sobrinos en quienes pensar; es egoísta e hipócrita y no merece mi confianza.
—Ni la mía tampoco—dijo el señor Kim—y me alegro saber que no dependes de sus servicios.
La señora Kim no se dignó a contestar; pero incapaz de contenerse empezó a reprender a uno de sus hijos. —¡Por el amor de Dios, YoHan no sigas tosiendo así! Ten compasión de mis nervios. Me los estas destrozando.
—YoHan no es nada discreto tosiendo—dijo su padre—siempre lo hace en momentos inoportunos.
—A mí no me divierte toser —replicó YoHan quejándose—
—¿cuándo es tu próximo baile, Seokjin?
—De mañana en quince días.
—Si, así es—exclamó la madre—. Y la señora Long no volverá hasta un día antes; así que le será imposible presentarnos al señor Jimin, porque todavía no le conocerá.
—Entonces, señor Kim, puedes tomarme la delantera a tu amiga y presentarselo tu a ella.
—Imposible, cuando yo tampoco le conozco. ¿Por qué te burlas?
—Celebró tu discreción. Una amistad de quince días es verdaderamente muy poco. En realidad, a cabo de sólo dos semanas no se puede saber muy bien que clase de hombre es. Pero si no nos arriesgamos nosotros, lo harán otros. Al fin y al cabo, la señora Long y sus sobrinos pueden esperar a que se les presente su oportunidad; pero, no obstante, como creerá que es un acto de delicadez por su parte el declinar la atención, seré yo el que os lo presente.
Los muchachos miraron a su padre fijamente. La señora Kim se limitó a decir:
—¡Tonterías, tonterías!
—¿Qué significa esa enfática exclamación? —preguntó el señor Kim—¿Consideras las fórmulas de presentación como tonterías, con la importancia que tienen? No estoy de acuerdo contigo en eso. ¿Qué dices tu, Namjoon? Que yo se que eres un joven muy reflexivo, y lees grandes libros y los resumes.
Namjoon quiso decir algo sensato pero no supo cómo.
—Mientras Namjoon aclara sus ideas —continuo él— volvamos al señor Jimin.
—¡Estoy harta del señor Jimin! —grito su esposa.
—Siento mucho oír eso; ¿por qué no me lo dijiste antes? Si lo hubiera sabido está mañana no hubiera ido a su casa. ¡Mala suerte! Pero como ya le he visitado, no podemos renunciar a su amistad ahora.
El asombro de la señora y los jóvenes fue el precisamente el que él deseaba; quizá el de la señora Kim sobrepasará al resto; aunque una vez acabado el alboroto que produjo la alegría, declaró que en el fondo era lo que ella siempre había figurado.
—¡Mi querido señor Kim, que bueno eres! Pero sabía que al final te convencería. Estaba segura de que quieres lo bastante a tus hijos como para no descuidar este asunto. ¡Que contenta estoy! ¡Y qué broma tan graciosa, que hagas ido esta mañana y que no nos hayas dicho nada hasta ahora!
—Ahora, YoHan, ya puedes toser cuando quieras —dijo el señor Kim; y salió del cuarto fatigado por el entusiasmo de su mujer.
—¡Que padre más excelente teneis, hijos! —dijo ella una vez cerrada la puertas—. No sé como podréis agradecerle alguna vez su amabilidad, ni yo tampoco, en lo que a esto se refiere. A estas alturas, os aseguro que no es agradable hacer nuevas amistades todos los días. Pero por vosotros haríamos cualquier cosa. Dong han, cariño, aunque eres el más joven, apuesto a que el señor Jimin bailara contigo en el próximo baile.
—Estoy tranquilo —dijo Dong Han firmemente —porque aunque soy el más joven, soy el más guapo.
El resto de la tarde se lo pasaron haciendo conjeturas sobre si el señor Jimin devolvería pronto su visita al señor Kim, y determinando a cuando podrían invitarle a cenar.
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Orgullo y Prejuicio (adaptación - Sujin)
FanfictionKim Seok Jin y Min Yoongi, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy parecida, deben madurar para superar algunas crisis y aprender de sus errores para poder encarar el futuro en común, superando el orgullo de clase de Yoongi y los prejuicio...