Cuando Taehyung y Seokjin se quedaron solos, el primero, que había sido cauteloso a la hora de elogiar al señor Jimin, expresó a su hermano lo mucho que lo admiraba.
—Es todo lo que un hombre joven debería ser —dijo él—, sensato, alegre, con sentido del humor; nunca había visto modales tan desenfadados, tanta naturalidad con una educación tan perfecta.
—Y también guapo —replicó Seokjin—, lo cual nunca está de más en un joven. De modo que es un hombre completo.
—Me sentí muy adulado cuando me saco a bailar por segunda vez. No esperaba semejante cumplido.
—¿No lo esperabas? Yo si. Ésa es la gran diferencia entre nosotros. A ti los cumplidos siempre te cogen de sorpresa, a mi, nunca. Era lo más natural que te sacase a bailar por segunda vez. No pudo pasarle inadvertido que eras cinco veces más guapo que todos los demás caballos que habían en el salón. No agradezcas su galantería por eso. Bien, la verdad es que es muy agradable, apruebo que te guste. Te han gustado muchas personas estúpidas.
—¡Seokjin, querido!
—¡Oh! Sabes perfectamente que tienes cierta tendencia a que te guste toda la gente. Nunca vez un defecto en nadie. Todo el mundo es bueno y agradable a tus ojos. Nunca te he oído hablar mal de un ser humano en mi vida.
—No quisiera ser imprudente al censurar a alguien; pero siempre digo lo que pienso.
—Ya lo sé; y es eso lo que lo hace asombroso. Estar tan ciego para las locuras y tonterías de los demás, con él buen sentido que tienes. Fingir candor es algo bastante corriente, se ve en todas partes. Pero ser cándido sin ostentación ni premeditación, quedarse con lo bueno de cada uno, mejorarlo aun, y no decir nada de lo malo, eso solo lo haces tú. Y también te gustan sus hermanos, ¿no es así? Sus modales no se parecen en nada a los de él.
—Al principio desde luego que no, pero cuando charlas con ellos son muy amables. El joven Park va a venir a vivir con su hermano y ocuparse de su casa. Y, o mucho me equivocó, o estoy seguro de que encontraremos en él un vecino encantador.
Seokjin escuchaba en silencio, pero no estaba convencido. El comportamiento de los hermanos de Jimin no había sido apropósito para agradar a nadie. Mejor observador que su hermano, con un temperamento menos flexible y un juicio menos propenso a dejarse influir por los halagos, Seokjin estaba poco dispuesto a aprobar a los Park. Eran, en efecto, unos señores muy finos, bastantes alegres cuando no se les contrariada y, cuando ellos querían, muy agradables; pero orgullosos y engreídos. Eran bastante bonitos; habían sido educados en uno de los mejores colegios de la capital y poseían una fortuna de veinte mil libras; estaban acostumbrados a gastar más de la cuenta y a relacionarse con gente de rango, por lo que se creían con el derecho de tener una buena opinión de si mismos y una pobre opinión de los demás. Pertenecían a una honorable familia del norte de Inglaterra, circunstancias que estaban más profundamente grabada en su memoria que la de que tanto su fortuna como la de su hermano había sido echa en el comercio.
El señor Jimin heredó casi cien mil libras de su padre, quien ya había tenido la intención de comprar una mansión pero no vivió para hacerlo. El señor Jimin pensaba de la misma forma y a veces parecía decidido a hacer la elección dentro de su condado; pero como ahora disponía de una buena casa y de la libertad de un propietario, los que conocían bien su carácter tranquilo dudaban el que no pasase el resto de sus días en Netherfield y dejarse la comprar para la generación vendiera.
Sus hermanos estaban ansiosos de que él tuviera una mansión des y propiedad. Pero aunque en la actualidad no fuese más que arrendatario, el joven Seo Joon no dejaba por eso de estar deseoso de presidir su mesa; ni el señor Hyung Sik, que se había casado con un hombre más elegante que rico, estaba menos dispuesto a considerar la casa de su hermano como la suya propia siempre que le conviniese.
A los dos años escasos de haber llegado el señor Jimin a su mayoría de edad, una casual recomendación le indujo a visitar la posición de Netherfield. La vio por dentro y por fuera durante media hora y se dio por satisfecho con las ponderaciones del propietario, adquiládola inmediatamente.
Entre él y Yoongi existía una firme amistad a pesar de tener caracteres tan opuestos. Jimin había ganado la simpatía de Yoongi por su temperamento abierto y dócil y por su naturalidad, aunque no hubiese una forma de ser que ofreciese mayor contraste a la suya y aunque él parecía estar muy satisfecho de su carácter, Jimin sabía el respeto que Yoongi le tenía, por lo que confiaba plenamente en él, así como en su buen criterio. Entendía a Yoongi como nadie. Jimin no era nada tonto, pero Yoongi era mucho más inteligente. Era al mismo tiempo arrogante, reservado y quisquilloso, y aunque era muy educado, sus modales no le hacían nada atractivo. En lo que a esto respecta su amigo tenía toda la ventaja, Jimin estaba seguro de caer bien dondequiera que fuese, sin embargo Yoongi era siempre ofensivo.
El mejor ejemplo es la forma en la que hablaron de la fiesta de Meryton. Jimin nunca había conocido a gente más encantadora ni a chicos más guapos en su vida; todo el mundo habia sido de los más amable y atento con él, no había habido formalidades ni rigidez, y pronto se hizo amigo de todo el salon; y en cuanto al joven Taehyung, no podía concebir un ángel que fuese más bonito. Por el contrario, Yoongi había visto una colección de gente en quienes había poca belleza y ninguna elegancia, por ninguno de ellos había sentido el más mínimo interés y de ninguno había recibido atención o placer alguno. Reconoció que el joven Kim era hermoso, pero sonreía demasiado. El señor Hyung Sik y el menor de los Park lo admitieron, pero aún así les gustaba y lo admiraban, dijeron ellos que era un muchacho muy dulce y por eso Jimin se sentía con autorización para pensar en él como y cuando quisiera
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Orgullo y Prejuicio (adaptación - Sujin)
FanficKim Seok Jin y Min Yoongi, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy parecida, deben madurar para superar algunas crisis y aprender de sus errores para poder encarar el futuro en común, superando el orgullo de clase de Yoongi y los prejuicio...