Llegó el día de la boda de Donghan, y Taehyung y Seokjin se interesaron por Donghan probablemente más que él mismo. Se envió el coche a buscarlos a X, y volvería con ellos a la hora de comer. Taehyung y Seokjin temían su llegada, especialmente Taehyung, que suponía en Donghan los mismos sentimientos que a él le habrían embargado si hubiese
sido el culpable, y se atormentaba pensando en lo que Donghan debía sufrir.Llegaron. La familia estaba reunida en el saloncillo esperándolos. La sonrisa
adornaba el rostro de la señora Bennet cuando el coche se detuvo frente a la puerta; su
marido estaba impenetrablemente serio, y sus hijas, alarmadas, ansiosas e inquietas.Se oyó la voz de Donghan en el vestíbulo; se abrió la puerta y el recién casado entró en la habitación. Su madre se levantó, lo abrazó y le dio con entusiasmo la bienvenida, tendiéndole la mano a Jungkook que seguía a su esposo, deseándoles a ambos la mayor
felicidad, con una presteza que demostraba su convicción de que sin duda serían felices.El recibimiento del señor Kim, hacia quien se dirigieron luego, ya no fue tan
cordial. Reafirmó su seriedad y apenas abrió los labios. La tranquilidad de la joven pareja era realmente suficiente para provocarle. A Seokjin le daban vergüenza e incluso Taehyung estaba escandalizado. Donghan seguía siendo Donghan: indómito, descarado,
insensato, chillón y atrevido. Fue de hermano en hermano pidiéndoles que lo felicitaran, y cuando al fin se sentaron todos, miró con avidez por toda la estancia, notando que había habido un pequeño cambio, y, soltando una carcajada, dijo que hacía un montón de tiempo que no estaba allí.Jungkook no parecía menos contento que Donghan; pero sus modales seguían siendo tan agradables que si su modo de ser y su boda hubieran sido como debían, sus sonrisas y sus desenvueltos ademanes al reclamar el reconocimiento de su parentesco por parte de sus cuñados, les habrían seducido a todos. Seokjin nunca creyó que fuese capaz de
tanta desfachatez, pero se sentó decidido a no fijar límites en adelante a la desvergüenza de un desvergonzado. Tanto Taehyung como Seokjin estaban ruborizados, pero las mejillas de los
causantes de su turbación permanecían inmutables.No faltó la conversación. El novio y la madre hablaban sin respiro, y Jungkook, que se sentó al lado de Seokjin, comenzó a preguntar por sus conocidos de la vecindad con una alegría y buen humor, que e
Seokjin no habría podido igualar en sus respuestas. Tanto Donghan como Jungkook parecían tener unos recuerdos maravillosos. Recordaban todo lo
pasado sin ningún pesar, y él hablaba voluntariamente de cosas a las que sus hermanos no habrían hecho alusión por nada del mundo.––¡Ya han pasado tres meses desde que me fui! ––exclamó––. ¡Y parece que fue
hace sólo quince días! Y, sin embargo, ¡cuántas cosas han ocurrido! ¡Dios mío! Cuando me fui no tenía ni idea de que cuando volviera iba a estar casado; aunque pensaba que sería divertidísimo que así fuese.Su padre alzó los ojos; Taehyung estaba angustiado; Seokjin miró a Donghan
significativamente, pero Donghan, que nunca veía ni oía lo que no le interesaba, continuó alegremente:––Mamá, ¿sabe la gente de por aquí que me he casado? Me temía que no, y por eso, cuando adelantamos el carruaje de William Goulding, quise que se enterase; bajé el cristal que quedaba a su lado y me quité el guante y apoyé la mano en el marco de la ventanilla para que me viese el anillo. Entonces le saludé y sonreí como si nada.
Seokjin no lo aguantó más. Se levantó y se fue a su cuarto y no bajó hasta oír que pasaban por el vestíbulo en dirección al comedor. Llegó a tiempo de ver cómo Donghan, pavoneándose, se colocaba en la mesa al lado derecho de su madre y le decía a su hermano mayor:
––Tae, ahora me corresponde a mí tu puesto. Tú pasas a segundo lugar, porque yo soy un señor casado.
No cabía suponer que el tiempo diese a Donghan aquella mesura de la que siempre había carecido. Su tranquilidad de espíritu y su desenfado iban en aumento. Estaba impaciente por ver a la señora Song, a los Jung y a todos los demás vecinos, para oír cómo la llamaban «señor Jeon». Mientras tanto, después de comer, fue a enseñar su anillo de boda a la señora Hill y a las dos criadas para presumir de casado.
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Orgullo y Prejuicio (adaptación - Sujin)
FanfictionKim Seok Jin y Min Yoongi, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy parecida, deben madurar para superar algunas crisis y aprender de sus errores para poder encarar el futuro en común, superando el orgullo de clase de Yoongi y los prejuicio...