El culpable soy yo
Patricia se llevó la mano a la boca para evitar que un grito saliera de ella, se dejó caer de nuevo en la banca al tiempo que ponía las manos sobre su pecho, ¿Qué es lo que acababa de escuchar? El hijo de Annie ¿No era de Archie? Era de... ¿Terry? ¿Cómo podía ser eso posible? ¿Qué estaba pasando? Poniéndose de pie nuevamente se disponía a salir de ahí cuando escuchó el grito de Archie.
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Estaba platicando con unos amigos, tratando de distraerse de la visión de Patricia y el imbécil de Neil haciéndole arrumacos. Por más que quería no podía despegar la vista de ellos, poco después Patty se levantó, la vio perderse del lado izquierdo y dar la vuelta por uno de los pilastrones que llevaban a la parte de atrás, entonces, uno de los jóvenes le dio una fuerte palmada en su espalda y Archie se giró para atender el llamado, al hacerlo se fijó que Annie palideció un poco y Margareth la auxiliaba, le sentó mal verla así, después de lo de Patty se alejó de ella pues cada que quería tocarla recordaba el cuerpo suave de la castaña, sonrió por una broma y bajó la cabeza, los chicos lo incomodaban por el tiempo que le llevó poder embarazar a su mujer, mención que lo hizo buscarla, y darse cuenta que iba en la misma dirección que Patricia, inquieto y sintiéndose culpable se disculpó para luego ponerse de pie e ir tras su esposa por si necesitaba algo. En lo que llegaba algunas personas lo detenían, estrechaba manos, sonreía condescendiente y avanzaba poco a poco, cuando al fin logró llegar donde estaba la última mesa, enfiló sus pasos para alcanzar a Annie, con zancadas largas la alcanzó rápido, demasiado, estaba a unos metros cuando la escuchó con toda claridad...
— ¡Si! ¡Ya sé que no es hijo de mi marido! Pero...
Tras esa declaración los oídos de Archie parecieron a punto de reventar, un regusto amargo le surgió de las entrañas, ira, confusión, bilis derramándose y haciéndole pegar un grito que le salió de lo más profundo de su ser.
— ¡¿QUÉ ES LO QUE ACABAS DE DECIR?!
El grito estridente de Archie paralizó a la mujer de cabellos negros, con terror, dio vuelta hacia la voz de su marido.
— ¡¡Archie!! — Exclamó Annie aterrorizada.
— ¡Repite inmediatamente lo que acabas de decir!
— Yo no... no he...
— ¡¡QUE LO REPITAS!! — Gritó de nuevo, impetuoso y exigente, con el rostro contraído, los ojos en llamas doradas centelleando en sus pupilas.
— ¿Que... que cosa... yo...? — Annie apenas y podía articular palabra.
— ¡TÚ! ¡REPITE LO QUE DIJO MI MUJER! — Ordenó el hombre tomando con fuerza el brazo a la empleada.
— ¡Patrón! ¡Yo no sé nada! — Clamaba la chica haciendo muecas de dolor al tiempo que intentaba zafarse.
— ¡AHORA MISMO ME VAS A ACLARAR ESTO!
Abriendo la puerta de la habitación cercana, tomando a ambas mujeres del brazo, una con cada mano, Archie Cornwell las introdujo con violencia, olvidando que una de ellas estaba embarazada.
— ¡¿Qué mierda acabas de decir Annie?! — Exigió, apretando el brazo derecho de su esposa.
Annie temblaba ante la mirada furiosa de Archie.
— ¡No... no tengo nada que decir! ¡No sé qué escuchaste! — Respondió la pelinegra con voz temblorosa.
— ¡No te hagas la loca que escuché muy claro! ¡¿Es que acaso me crees un PENDEJO?! — Inquirió acercando su rostro al de la temblorosa mujer — ¡Pero qué diablos estoy diciendo! — Exclamó sacudiéndola — ¡Claro que si lo crees! ¡¿Fuiste capaz de enredarte con no sé quién?! ¡¿Y luego meterte a mi cama?! ¡MALDITA RAMERA! — Le insultó al tiempo que la llevaba hacia una pared aporreando el cuerpo de su mujer.
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El Último Aliento
FanfictionLa vida nos lleva a veces por caminos no esperados, cometemos errores que lastiman a quienes más amamos y las consecuencias fatídicas nos llevan a pagar un precio muy alto, los errores cometidos se pagan incluso con la muerte, dejando a aquellos a...