El culpable soy yo
En menos de dos meses Terrence Graham y Candy Andley unieron sus vidas en una sencilla pero emotiva ceremonia en la capilla del hogar de Pony.
A pesar de la premura todas las personas que apreciaban a la pareja estuvieron ahí, Patty llegó de Florida junto con la abuela Martha, la madre de Terry que no era nada más ni nada menos que la famosa Eleonor Baker, hasta su padre el duque de Grandchester viajó desde Londres para acompañarlos feliz de ver que su hijo encontraba la felicidad que él dejó escapar muchos años atrás con aquella chiquilla que una vez le plantó cara en defensa de Terry; Richard había hecho tregua con él hacía dos años con intervención de Eleonor, gracias a eso el castaño llegó a un arreglo económico con Susana quien a pesar de decir que sin él ella moriría al final aceptó gustosa la remuneración nada despreciable que el duque puso a su disposición, para Terry no fue nada fácil ni agradable aceptar la ayuda de sus padres, pero Eleonor con su amor y paciencia lo instó a aceptar, el castaño aún orgulloso dijo que devolvería hasta el último centavo que su padre dio a las Marlow, este a su vez dijo que sí pues no quería más inconvenientes con su hijo.
Durante la recepción ahí mismo en el hogar Annie no podía ocultar cierta molestia, ver a Candy convertirse en la esposa de Terry a pesar de todas las adversidades le clavaban una espina en el corazón y no sabía porque, luego el derroche de galanura que su esposo brindaba a Eleonor y la tal Karen le estaban causando palpitaciones en la sien.
Por otro lado a pesar de todo lo sorprendido que Archie estaba por el hecho de saber quién era la madre de Terry brindarle sus atenciones y demás la persona que lo tenía realmente sorprendido era Patty, aquella tímida y triste muchacha que se fue tras la muerte de su hermano Stear ya no estaba, en su lugar vio a una mujer de rasgos finos, elegante, segura de sí misma, su sonrisa amplia, sus ojos miel brillantes, el cabello en un sencillo peinado de lado se veía un poco más largo enmarcando su bello rostro, ni qué decir de la blancura de su piel al tener los hombros descubiertos con su vestido color humo, Archie la recorrió de arriba abajo extasiado, apreciando las curvas femeninas.
- ¡Estás hermosa Patty! - exclamó Archivald al ver a la chica.
- ¡Oh Archie! - respondió Patty sonrojada bajando los ojos, tímida- tan galante como siempre.
ESTÁS LEYENDO
El Último Aliento
FanfictionLa vida nos lleva a veces por caminos no esperados, cometemos errores que lastiman a quienes más amamos y las consecuencias fatídicas nos llevan a pagar un precio muy alto, los errores cometidos se pagan incluso con la muerte, dejando a aquellos a...