Durante los últimos días llorar era liberador, cada vez sentía menos dolor y los recuerdos afectaban menos, estaba superándolo, por fin después de tantos años. Marlon había sido de gran ayuda aunque cada vez que Shelby intentaba hablar conmigo sacaba una excusa tonta y huía lo más rápido posible, sabía que estando con ella sería incapaz de mentirle, terminaría contando cada desagradable detalle de las veces que hablaba con Lucas, era uno de sus mejores amigos y no quería darle aún más razones para que quisiera matarme.
Matar. Esa palabra resonaba en mi cabeza, la única persona con motivos para hacerlo era él, aunque sus motivos fueran algo tontos los tenía pero simplemente no podía creerlo. Algo me decía que si lo intentara lo haría con sus propias manos, no le daba miedo dañarme físicamente, eso me lo había dejado bastante claro, él no necesitaría una planta para hacerlo. Descarté mis sospechas sobre él, aunque una parte me gritaba que era él simplemente la ignoraba sabiendo que le gustaría ver mi rostro inundado de pánico mientras él me atacaba. Algo me decía que los Chadburn tenían problemas mentales, tal vez por herencia, su bisabuelo había sido internado en un psiquiátrico por mostrar actitudes comunes de un sociópata.
Interrumpiendo mis pensamientos Shelby entró a mi habitación cerrando la puerta detrás de ella, me miraba con cierto enojo, esa era su cara de "lo sé todo" no había escapatoria, era hora de confesarlo y aunque no quisiera ella terminaría sacándome la verdad.
—Explicaciones, ahora— Dijo sentándose de brazos cruzados en la silla de mi escritorio.
—Exactamente ¿De qué hablamos?
—No te hagas la loca Rose, quiero que me digas si es verdad que Lucas fue la razón de que te derrumbas en tan solo unos segundos— me quedé callada— No soy tonta, debió ser grave como para que Marlon literalmente lo arrastrara hasta sacarlo de la casa y poco después tú estabas gritando de una forma que hasta creí sentir lo mismo, pero para nada se acercaba ¿Qué te dijo? ¿Qué te hizo?
—Shelby— recordar las palabras de Lucas seguía doliendo un poco— Solo dijo la verdad, que vivía en un cuento, solo recordé muchas cosas y no lo soporte, me abrió los ojos Shel, no es para preocuparse.
Por su expresión pude notar que estaba comprendiendo, estaba pensando en qué decir.
—Sé que no es la mejor persona, pero él también se quema por dentro. Necesita ayuda, es una buena persona...
—¿Buena persona? Shelby te amo pero tú también debes despertar. Él no es una buena persona, si lo fuera no hubiera golpeado y molestado en repetidas ocasiones a la hermana de la chica que quería, si fuera buena persona no te alejaría de tu familia— Ella me miraba en silencio— Es un maldito asesino, no puedo creer que lo hayas perdonado, eres mejor que esto. Apagar cualquier luz de esperanza que tenía Adén, tenía tantos planes, tantas metas, tenía un gran futuro... un futuro que quería contigo.
—Rose, para— las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
—No Shel, date cuenta. Esa persona que había planeado toda una vida, una vida en la que tú estabas incluida y no trates de engañarme tú también anhelabas el día en que escaparan juntos para hacer su propia vida, fuera de cámaras, lejos de personas tóxicas que sabían que los frenarían, no debiste contarle a Lucas. Lo que él tiene no es amor, es obsesión.
—Él va a cambiar, lo sé, lo estoy ayudando para que pueda hacerlo si lo dejo no sé qué pueda pasar, no puedo permitir que muera, lo quiero aunque no lo creas y solo fue una pelea, su intención no fue matarlo. Pero claro ¿qué vas a saber tú? No perdiste nada, perdí al amor de mi vida en un accidente...— la interrumpí bruscamente.
—¿Es que acaso no lo entiendes? Yo también lo perdí, era mi amigo, la única persona que me hacía sentir segura, él me defendía de Lucas mientras tu fingías que nada estaba pasando y hablabas con él como si nada. Tú no estuviste ahí cuando pasó, no tuviste que ver a ese imbécil golpeándolo una y otra vez, pintando el suelo con su sangre, atacándolo como si su vida dependiera de ello, gritándole que se alejara de ti. No sabes todas las veces que me culpe por no haber logrado nada, las veces que deseaba haber sido yo y no Adén, él no estaba listo para morir, no se lo merecía. Cada vez que escuchaba tus sollozos solo quería revivirlo, dar mi vida por la de él si era necesario. No eras la única que lo amaba y ahora simplemente perdonas a Lucas, como si la vida de Adén no significaba nada para ti.
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Ramé: en esta vida y la que sigue [Completa]
Teen FictionLa vida da muchas vueltas, en un momento lo odias y al otro lo amas. En un momento eres feliz y al otro prefieres la muerte. Esta es la historia de como enfrente a la muerte cara a cara sin saber si sobreviviría o no, lo que no sabía era que mi verd...