Capítulo 18

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La cena navideña, un día al año donde la familia se reúne para hacer lo mismo de siempre: comer, hablar, discutir, silencio incómodo, regalos, discusión y al final una estrategia de escape que nunca falla. Por alguna razón sentía que esta cena sería diferente, la relación entre los hermanos de mi padre y él se había fortalecido en el último año, algo dentro de mí me decía que no sería como todas las cenas pasadas, no sería común pero ¿Cómo sería normal si los Chadburn y Boselli compartirán mesa con nosotros?

Tenía el presentimiento de que si las discusiones no arruinaban la cena algo más lo haría, no todos en las tres familias se agradaban. Anastasia e Isabela tenían un odio muy profundo desde que Paula culpo a Percy de obligarla a dispararle a una ardilla causando una muerte lenta y dolorosa para el pobre animal. En ese entonces Percy no tenía ni idea de la existencia de las armas de fuego tan solo tenía 8 años y sorprendentemente con tan solo 6 años Paula se había hecho una gran fanática de cazar animales, pero su falta de armas después del "accidente" la impulsó a usar un cuchillo o, cuando estaba enfadada, simplemente usaba las manos sin miedo a ensuciarse. 

¿Cómo lo sabía? Percy no es el mejor guardando secretos y Marlon era el mejor descubriéndolos, no fue difícil escuchar sus conversaciones, la única vez que me había arrepentido de alguna "investigación" fue cuando Marlon se interesó en Paula, logró encontrar sus archivos médicos y lo que encontramos me dejo impactada, la pequeña pelirroja con un rostro que gritaba inocencia era todo lo contrario. Genial, mi hermano se enamoró de una loca.

Tenía que lucir como una princesa, según mamá, los aretes de oro que la abuela Crook me había heredado en sus últimos días, el vestido rojo que mamá había comprado sin consultar mi opinión, el pequeño bolso negro y para finalizar un labial rojo, ese sería el atuendo perfecto para la cena.

—Te ves hermosa cielo, espero que sea suficiente o tu tía me matará— Comentó mi madre.

El motivo de tanto alboroto era nada más y nada menos que Anastasia Crook, la hermana de mi madre. Su rivalidad con Isabela la orillaba a querer que su hijo y, por desgracia, sus sobrinos se vieran deslumbrantes o al menos lo suficiente como para robar las miradas que probablemente estarían sobre Paula. Ella sabía cómo hacerse notar en cualquier lugar, por más que odiara admitirlo, era la verdad.

Estando ahí frente al espejo con mis ojos viajando repasando cada detalle de su atuendo, no se veía mal pero si quería darle gusto a mamá y a la tía Ana tendría que buscar algo mejor. El color de Paula era el rojo, sabía a la perfección que usaría uno de ese mismo color, recordé el regalo de navidad que Marlon me había dado por adelantado algo me decía que él tenía todo planeado, a Shelby también le adelantó su regalo. Me había prometido que no lo abriría hasta que el día llegara y ese día era hoy, me apresure al guardarropa pero había sido tan tonta como para dejarlo sobre el mismo, me paré de puntillas intentando alcanzarlo, mi 1.60 de altura no ayudaba en nada, me sentía demasiado chiquita y no me agradaba la sensación.

—Rose— mi padre entraba abotonando el inicio de su manga— espero estés lista, quiero hablar contigo antes de... — silencio, paró de hablar en cuando me vio con detenimiento.

Mi observaba incrédulo, su mirada bajó a mis pies aún de puntillas, luego a mi mano alzada y por último sus labios se curvaron en una sonrisa, la ocultó lo mejor que pudo al darse cuenta de la forma asesina en que lo miraba. Se acercó a mí y bajó la caja envuelta con un moño sin esfuerzo alguno. Ignoré su presencia pasándole por un lado para abrir la caja. En ella encontré un bonito vestido negro, tapé la caja al sentir la mirada de mi padre sobre mi hombro con intención de descubrir lo que había en la misteriosa caja.

Ramé: en esta vida y la que sigue [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora