Capítulo 3

76 34 11
                                    

     —Es hora de despertar— Susurraba una voz suave y dulce.
Un nuevo día iniciaba y yo solo quería sumergirme en mis sábanas mientras intentaba desaparecer durante el resto del día, sabía que sería un día aburrido y frustrante.

Abrí los ojos poco a poco intentando saber quién era la persona que interrumpía mi sueño. Habían pasado unos segundos y ahora sabía de quién era la voz que escuché antes.
La persona sentada a mi lado era mi querida madre, me miraba intentando ocultar su decepción, pero jamás fue buena ocultando lo que sentía. Levanto las cobijas delicadamente y se acostó junto a mí impidiendo que volviera a dormir.
    —Estarías bien descansada si no hubieras llegado a las 5, Rose.
    —Lo sé, ya me disculpé con papá y nos llevará con el abuelo para darnos una lección, lo siento madre.
     —Está bien, a la próxima deben llamar, claro si es que hay una próxima.

La miré con disgusto y poco después ambas nos levantamos de la cama para comer algo antes de lo que sería un día realmente tedioso. Mientras bajábamos pude ver a mis queridos hermanos y como era de esperarse estaban discutiendo, igual que todas las mañanas.

Entré a la cocina mientras me reía de su torpe pelea, tomé asiento y vi como Marlon se sentaba devorando todo en su plato. No sabía cómo lograba tener hambre, Apolo y yo solo nos mirábamos con incomodidad, me di cuenta de que él se sentía igual, sin hambre y con ganas de dejar todo para dormir unos pocos minutos más o tal vez horas.

Acabando el almuerzo me levanté de la mesa junto a mis hermanos mientras nuestros padres hablaban con Apolo. Subiendo las interminables escaleras Marlon no dejaba de quejarse del dolor de cabeza y yo estaba igual, pero en un momento todo se movía, me estaba mareando. Shelby a nuestras espaldas solo se reía y nos recordaba lo torpes que fuimos, se regresó a la cocina dejándonos en las escaleras intentando llegar a nuestras habitaciones.

Al entrar a mi habitación nos recostamos en mi cama ya arreglada, Marlon se burlaba mientras recordaba toda la noche anterior, quería gritarle y pedirle que se callara, me estaba volviendo loca con tantas palabras saliendo de su boca, en ese momento llegó mi salvación. Shelby entraba con tres vasos de agua, no pude evitar pensar que me arrojaría agua de nuevo.

     —Oh no, de nuevo no Shel —pedía mientras ella solo se reía.
     —Querida relájate, el agua es para que se hidraten.
Me dio el vaso de agua y lo tomé desesperada, mientras Marlon solo me veía molesto.
    —¿Y a mí no me darás agua? Se ve quien es tu favorita.
     —No seas ridículo Marlon, solo levántate de la cama y tendrás agua.
Shelby no podía parar de reír. Justo cuando nuestro hermano se levantó subió el vaso hasta la altura de su cabeza y dejó caer hasta la última gota de agua sobre él, Marlon se había quedado paralizado, parecía molesto pero a la vez trataba de ocultar su sonrisa.

    —Toma la pastilla, el dolor de cabeza debe parar en un rato y éste vaso si lo puedes tomar- habló entre risas.
    — ¿Era necesario empaparme?
    —No, pero me divierto haciéndolo, a Rose también le pasó lo mismo.
Shelby salió de la habitación llamando a Eloisa, nuestra ama de llaves. Marlon caminaba hacia su habitación mientras nosotras lo seguíamos, los tres entramos en el cuarto.
Shelby y yo estábamos preparadas para interrogarlo, era hora de que hablara, somos sus hermanas y teníamos una sola regla entre nosotros "Siempre debemos contarnos todo, con la verdad".

La última vez que Shelby nos ocultó su romance con un chico mayor que ella arruinamos cada cita que tenía, en pocas palabras debió sufrir un castigo por romper nuestra regla que, curiosamente, ella la propuso. Antes de empezar el interrogatorio me acerque a Shelby y le susurré al oído "debemos ser sutiles" jamás fue el fuerte de ella, era necesario para que Marlon no se sintiera incómodo.

Ramé: en esta vida y la que sigue [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora