Había llegado el día... su día.
Año nuevo siempre había sido su día favorito de todo el año, ella creía que el fin de año indicaba el inicio de un nuevo comienzo, de una renovación, pensaba que era el mejor momento para limpiar el alma y comenzar de nuevo. Este día habría sido el que concluía su cambio, un cambio en el que había trabajado por semanas incluso meses, pero todo se lo arrebataron y no solo a ella. Las noches eran tortuosas, no paraba de pensar en todas las pijamadas que quedaron pendientes, en todos los "te quiero" que jamás pude decir, en esas conversaciones nocturnas que quedaron en espera solo porque me negaba a pasar tiempo con ella. Yo misma me estaba rompiendo y no solo eso, la estaba decepcionando.
El consuelo que me había mantenido de pie los días después del accidente (según el detective) ya no lo hacía más, me había traicionado. Los días y noches que pasaba con él eran mentira, solo me quedaba viendo la tinta en las páginas de un libro fingiendo que leía para no tener que hablar con él, sabía que si abría la boca todo se vendría abajo. No sé qué es lo que esperaba ¿que me lo dijera? Era claro que no lo haría, era su familia y aunque no quisiera admitirlo yo haría lo mismo. Tal vez una parte de mí no quería alejarse de él, lo quería y sabía que en cuanto Marlon encontrara pruebas concretas él se iría, no sabía por cuánto tiempo pero si él no se iba yo tendría que alejarme.
— ¿Cuándo... — cuestionó Marlon— cuando terminaras con él? Sabes que es culpable, lo que tienen no puede seguir.
—Hasta que alguien sea declarado culpable yo no lo dejaré, ni siquiera sabes si él está implicado en esto...
—Rose, sabes que al cubrir al culpable él se convierte en cómplice.
—No quiero hablar de eso— tenía razón pero yo no estaba lista para aceptarlo— Mejor dime lo que has encontrado hasta ahora, el otro día no me dejaste ver el resultado de las pruebas que le hiciste a la barra de metal.
—Nada— dijo con rapidez y un tono nervioso en su voz— de seguro uso guantes— salió de mi habitación.
Conocía a mi hermano bastante bien, podía ser la persona más lista de éste mundo pero si algo sabía bien era su forma de ocultar las cosas. Sí, era bueno escondiendo la verdad pero sabía cuándo se ponía nervioso, jugaba con su cabello o anillos cuando mentía y ahora definitivamente estaba mintiendo. Mi hermano ocultando algo sobre un caso era simplemente lo más raro que podría verse, se emocionaba cada que encontraba alguna pista o resolvía algún problema, siempre lo presumía.
Los últimos días siempre salía de la casa para investigar y no regresaba hasta media noche, claro que ahí no paraba, por las noches se ponía a analizar todo lo que había descubierto intentando relacionar todo. Empezó a cerrar su cuarto con llave para que nadie entrara, un día me vi obligada a darle unas pastillas para dormir sin que se diera cuenta, se molestó bastante pero termino agradeciéndome, necesitaba descansar si quería estar completamente bien para seguir investigando.
—Volveré a salir, no me esperes—dijo asomando la cabeza por la puerta de mi habitación— Ya empieza a notarse que no duermes.
—Igual a ti pero no veo que te importe— finalice un poco molesta.
—Regresaré temprano, te lo prometo— una más de sus promesas vacías.
— ¿la hora? — no lo dejaría que se desvelara aún más.
—Rose— dijo cansado— antes de las 11, esta vez lo digo en serio.
Él salió y yo detrás asegurándome de que saliera de la casa, no me quedaría más tiempo esperando a que por fin me revelara lo que encontró. Debía ser malo como para que no me dijera nada y aún más si tenía que cerrar con llave su puerta aún si él estaba dentro ¿Qué es lo que no quería que viera? Eso lo averiguaré hoy.
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Ramé: en esta vida y la que sigue [Completa]
Teen FictionLa vida da muchas vueltas, en un momento lo odias y al otro lo amas. En un momento eres feliz y al otro prefieres la muerte. Esta es la historia de como enfrente a la muerte cara a cara sin saber si sobreviviría o no, lo que no sabía era que mi verd...