Capítulo 10

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Bodas, la forma de unir a dos personas para siempre, la idea de “para toda la vida” es algo fuerte, pensar que estarás con una sola persona el resto de tus días es atemorizante, aunque si ambas partes realmente se aman no hay obstáculos que no se puedan derribar, aunque sin amor de por medio, puedes arruinarle la vida a alguien, un ejemplo son Darla y Steve.

Así es, hoy era el gran día. La boda más esperada del año, según varios noticieros o mejor dicho, según toda la ciudad, sino es que hasta el país entero, algo era seguro, entrar a la boda sería todo un problema. Eran la pareja de la que todos hablaban, hasta en el colegio había personas que nos pedían a Marlon y a mí un autógrafo de Steve, algo absurdo e irritante.

Sorprendentemente Darla estaba incontrolable, daba vueltas por la habitación, vomitó una que otra vez, hablaba hasta por los codos.

    —Por dios Darla, siéntate, me estás mareando— dijo Annabeth cansada.
    — ¿Qué tal si me arrepiento? ¿Y si él se arrepiente?- No sabía si estaba actuando o si era en serio.
    —Primero: si dejas a mi hermano plantado en el altar, haré de tu vida un infierno. Segundo: él no se va a arrepentir, lo tienes bien atado con tus engaños— habló corina antes de salir de la habitación y dejando a Darla con la boca abierta.

Algo me decía que Darla estaba dejando de actuar, en cierto punto posiblemente si lo quisiera. Mientras mis tías se aseguraban de que todo estuviera en su lugar, Shelby y yo debíamos ayudarla a vestirse y peinarse, para mi mala suerte tendría que ayudarla a vestirse, ya que mi hermana era una mini estilista. 

Habíamos terminado nuestra tarea y debo decir que nadie lo hubiera hecho tan bien, se veía hermosa.

Shelby había peinado su cabello una coleta y me enorgullece decir que el vestido que llevaba puesto yo se lo había recomendado, ella no iría como todas las novias, era un vestido negro que le quedaba de maravilla.

—Siento que me voy a desmayar— reprochó la novia.
    — ¿Por qué? No es como si lo amarás de verdad— pensé, al parecer en voz alta.
    —Es todo— se levantó llena de rabia— estoy cansada que piensen que solo estoy usando a Steve, en serio lo amo y si he cometido mis errores, pero no deben acribillarme con sus estúpidos comentarios todo el tiempo. No necesito de él para tener éxito, aunque tú Rose, no estás ni cerca de ser tan buena como yo —estaba molesta. Lo entendía y en mi defensa creí que solo lo había pensado.
    —Tienes razón, no soy tan buena como tú... — sonreí acercándome a la puerta —Soy mejor.

Escuché como Shelby reía mientras salía de la habitación. Si ella pensaba que dejaría que me hablara así, estaba equivocada, siempre que estoy a punto de creer que es una persona al menos decente, termina decepcionándome.

No iba a soportarla más, sabía que nos costaría lidiar con los fotógrafos o entrevistadores, digamos que mi temperamento no ayudaba y siempre terminaba gritando o insultándolos, claro que eso nunca salía porque ellos sabían que decía la verdad y se mancharia su imagen y no la mía, pero en mi defensa no conocían el espacio personal.

°°°

Todo estaba listo y lo hora había llegado, mis hermanos y Apolo (que se podría considerar como otro hermano) estábamos en el mismo auto. Al llegar había una alfombra negra que contrastaba con la blancura de la nieve, suspiré de alivio al ver que los buitres de la prensa no podían ni pisar la alfombra.

Nuestro conductor paró justo al inicio de la alfombra, rápidamente Marlon y Apolo abrían la puerta ayudándonos a bajar del auto, traté mantener mi mejor sonrisa para no arruinar las fotos del gran día, lo que más odiaba era que nuestros padres nos obligaban a contestar algunas preguntas.

Ramé: en esta vida y la que sigue [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora