capitulo 4

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NARU

Cuando veo al grupo me doy cuenta de dos cosas. La primera están muy callados y la segunda es que falta Mai y el monje. El resto estaba alrededor de la mesa.

-a ver ¿donde está la sensación del grupo?- pregunte ellos se miraron y después se encogieron de hombros.

-no sabemos pero Bou-san fue a seguirla- eso es extraño. Pensé. –Lin, ven necesito hablar contigo- en ese momento mi oficina es desocupada, le digo a Yusahara que le informe al equipo sobre el caso mientras que le hago señas a Lin para que me acompañe.

-leíste la carta-

-todavía no, pensaba revisarla más tarde-

-creo que eso es bueno-

-Naru ¿qué sucede?-

-eso estaba a punto de preguntarte. ¿En qué momento Mai le dijo a Yasuhara que yo lo necesitaba?-

-mmm, creo que fue un poco después de que entraste a la oficina-

Es imposible. Pensé.

-¿Qué ocurrió?-

-no lo sé, pero lo averiguare-

-cuéntame lo que paso-  Le conté la extraña escena que viví pero al final dijo –debe de haber sido una coincidencia-

-si claro. Tu y yo sabemos que las coincidencias no existen y mucho menos cuando se trata de Mai-

-cierto- se encogió de hombros -¿Qué piensas hacer?-

-pienso averiguarlo-  

-dime ¿no te sientes raro?-

-¿raro? ¿A qué?-

-a Mai-

-un poco. Cielos me mata la intriga de saber cómo supo que necesitaba a Yasuhara cuando ni siquiera tenía planeado llamarlo. O comenzó ve el futuro o comenzó a leer la mente-

-a eso no me refería-

-entonces ¿a qué te referías?-

Alguien grito y salimos a ver qué pasa.

LIN

-MAI-  grito Naru mientras se acercaba a ella. Y luego pregunta ¿Qué es lo raro de el cuando esta cerca de Mai?

Estábamos todos en la sala rodeando a Mai, quien estaba llorando. Sus manos están cubiertas de sangre que cae al suelo mientras que sostiene un sobre. Se encuentra parada en el centro de la sala, de la nada se cae el sobre al suelo, se tiñe de liquido carmesí y Mai cae hacia atrás.

 -Mai- dijo mientras trataba de despertarla.

-se desmayo- ese fue Yasuhara mientras levantaba el sobre del suelo. No solo se tiro hacia atrás para ver cuánto tiempo tardaba su cuerpo en tocar el piso. Si ese es mi sarcasmos pero solo lo mantengo para mí y mi cerebro.

-Naru, déjala sobre el sofá, me preocupa la cantidad de sangre que sigue perdiendo de ella-  dijo asustada Matzusaki. A mí también me preocupa la sangre que estaba  perdiendo.

Naru hizo lo que le pidió. Yo fui por las cosas que se necesitaba para curarla.

-Lin, tráele ropa- si no me lo decías no me daba cuenta que la ropa de Mai está completamente cubierta de sangre. Aquí se hizo presente otra vez mi sarcasmo.

BOU-SAN

Ayako corría la tela que recubría los brazos de Mai y los revisaba. Pude ver que tenía marcas, o mejor dicho cortes de los cuales emanaba sangre. Me acerque y corrí la botamanga de sus pantalones.

-¿pero qué?- eso fue lo único que dije. Masako se acerco a mí, cuando vio lo que yo estaba viendo se llevo la mano a su boca. Las piernas de Mai también había cortes de los cuales despedían sangre pero también moretones, como si la hubiesen agarrado de los tobillos. Manchas moradas de la medida de dedos se estaban formando alrededor de los tobillos.

-Naru mira- dije el se acerco y tampoco comprendía lo que estábamos mirando.

-aquí traigo el botiquín y algo de ropa-

-¿Cómo es que tiene ropa de Mai?- pregunta John.

-hay veces en los que no dejamos la oficina y por ahí hay casos en los que tenemos que salir al otro dia es por eso que siempre tenemos preparado un equipaje ligero y con una o des mudas de ropa. Hasta Yasuhara tiene algo de ropa aquí- explico Naru.

-será mejor que se retiren mientras desvestimos a Mai- dijo Masako. Asique todos los hombres terminamos encerrados  en la oficina de Naru esperando a que nos llamaran las chicas.

-pueden venir- grito Ayako.

Al volver a la sala, nos encontramos a una Mai vendada como una momia de pies a cabeza.

-no creen que exageraron un poco con las vendas- dije.

-este es el cuarto par de vendas que le pusimos los otros están teñidos en sangre- dijo Masako mientras señalaba un montículo de tela blanca y roja.

-tenemos que llevarla a un hospital-  dijo Ayako.

-o si claro y que quieres que le digamos a los médicos que la chica estaba parada en medio de la sala y que comenzó a sangrar  mientras se desmayaba eso sin mencionar el hecho que tiene moretones en los tobillos. Si nos acusarían de maltrato domestico- dije

-crees que no lo sé pero estas que ves pueden ser tratadas pero lo que tiene en la espalda me preocupa-

-¿Qué es lo que tiene en la espalda?- pregunto John.

Ayako, quien se encontraba arrodillada junto al sofá, con mucho cuidado volteó el cuerpo de Mai, le levanto la remera que llevaba y mostro unas heridas que empezaban desde los omoplatos y terminaban en la parte baja de la espalda. Parecían rasguños pero eran raros se parecían como si la hubiesen atacado con un rastrillo, eran verticales. Parecían.

-¿alas?-  dije.

-eso parece pero estas heridas no son superficiales son más profundas – dijo mientras volvía a acostar a Mai boca arriba.

De pronto apareció un sonido nos miramos entre todos demostrando que nadie comprendía lo que estaba pasando. La melodía que sonaba era conocida todas nuestras miradas se posaron sobre la mesa donde se hallaba la caja musical, la cual estaba abierta. Un grito ahogado de Masako hizo trasladar nuestra mirada a Mai quien se sacudía sobre el sofá. De pronto su torso de levanto, la luz parpadeo y luego el torso de Mai descendió  bruscamente.

Y la música dejo de sonar, la tapa de la caja ahora se encontraba cerrada.

-es en este momento en el que pregunto ¿Quién fue el que tuvo la estúpida idea de escuchar música en este momento?- todos me miraron, dejando una cosa en claro. Nadie había tocado esa caja para nada.

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capitulo corto lo se pero es que yo tambien estoy corta de imaginacion tengo que escribir capitulos de tres novelas al mismo tiempo. no doy a basto tenganme un poco de paciencia.

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