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robo al banco (parte 3)

Capitulo 23

(robo al banco parte 3)

MAI

Se acerca a mí, toma mi brazo y me levanta. –tu los llamaste- me empuja contra la columna haciendo que el aire abandone los pulmones pero mi espalda estaba agradecida por que estaba con urticaria.

-MAI- grita Masako levantándose

-tu cállate- apareció otro encapuchado empujándole con el pie haciendo que ella cayera de lleno al suelo.

-tu llamaste a la policía- dice el gente mientras me apunta con el arma, puede ver el cañón y juro que también el brillo de la punta de bala.

Algo nació en mi, impotencia haciendo que me comportara de una manera irreconocible. Quito de mi vista el cañón y lo aparto hacia abajo -¿Cómo lo haría genio? Tienen mi celular ¿Cómo carajo avisaría a la policía?- salgo de mi lugar y camino, paso por al lado del cabecilla de los ladrones, haciendo mi camino a la puerta.

-detente- dice uno, colocándose delante mi apuntándome, escucho pasos sobre el piso de mármol y rápidamente me doy cuenta de que he sido rodeada por todos los encapuchados.

-admite que los llamaste- volvió a decir el líder

-ya te dije ¿Cómo mierda pude hacer hecho eso? Acúrdate que ustedes tienen mi celular genios- conteste. Es escucho un disparo seguido de el grito de los demás rehenes y algo blanco, una especie de polvo callo a mi lado, sep el muy macho que se respeta le había dado al techo agujereándolo. –me estas comenzando hacer enojar no me tientes-

-¿estas enojado?- me reí sarcásticamente. Pero por dentro estaba que temblaba de miedo, le estaba haciendo frente a una banda de mal vivientes y yo aquí comportándome como kill bill. Si lo admito vi una o dos de sus películas, creo que tiene tres ¿no?. –yo estoy enojada, estoy muerta de hambre, tengo que ir a visitar a un amigo que está en el hospital, vine acompañando a una amiga a que haga un deposito y ustedes asaltan el mismo banco en el que estoy- el teléfono comenzó a sonar. –trecientos sesenta y cinco días y eligen el mismo dia en el que yo pongo un pie en el banco- me doy vuelta y doy tres pasos hacia la puerta, el corazón me iba a mil por microsegundo, el teléfono seguía sonado al cual no le doy importancia. El encapuchado que me bloqueaba la puerta levanta el arma contra mí y vuelve a detenerme.

-MAI- grito Masako, la miro y veo terror en sus ojos. Pero no terror por la situación sino por mí, no me pregunten como lo sabia solo lo presentía. –no los hagas enojar-

-escucha a tu amiga- me dice el cabecilla. Me di vuelta enfrentándolo y veo que detrás del uno de sus secuaces atiende el teléfono.

-¿enojarlos a ellos? Masako, ellos están jugando la que está enojada aquí soy yo, enojada es decir poco estoy cabreada-

El jefe me apunta-linda vuelve a tu lugar así no quieres salir lastimada-

Me reí sin gracia –herirme, ja busca lugar donde no tenga lastimado-

-Mai- sollozo Masako, me partía el alma verla así.

-bonita, vuelve a tu asiento- dijo ahora desprendiendo veneno. – o saldrás herida-

-jefe- llama el que estaba con el teléfono.

-voy en un segundo- contesto –chicos atenla, no puede hacer nada está tratando de ser la heroína pero tiene miedo-

-¿herida?- juraría que me ve como una loca -¿quieres ver?- levanto un poco mi blusa y le muestro herida de mi estomago.

-Mai- llora Masako, Akio se coloca al lado del cabecilla de los ladrones y sus ojos se abren de par en par.