IV

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Tsukishima Kei.

— Kei, ¿estás bien? —pregunta mamá en cuanto me ve llegar al comedor.

Le doy una mirada— Sí.

Estoy seguro que mi aura es lo suficientemente densa como para que siga preguntando, hay muchas cosa que odio entre ellas es que mi sueño se vea interrumpido, mi ansiedad me mantuvo despertando cada tanto, hasta que paro, ya era muy tarde, estaba seguro que dormí menos de lo planeado y eso me enoja.

Mi mañana es como un borrón, está más que claro que no estoy de buen humor y mi cara lo grita, cuando es hora del club somos de los primeros en llegar por lo que nos adelantamos a la colina donde vamos a correr.

— Mmmm ¿Tsukishima?

— ¿Sí? —respondo arrastrando la voz.

— Sino te sientes bien puedes quedarte aquí o irte a casa.

— Estoy bien —miento.

Pero no me quiero quedar solo o ir a casa, será lo mismo por ello decido quedarme para distraer mi mente, poco a poco los del equipo van llegando. Observo a lo lejos su cabellera y a su lado, como siempre estorbando...

No.

Cubro mis labios, ¿por qué?

— Buenas —saludan.

Decido ser de los primeros para escapar de esto, a diferencia de antes siento como a pesar de mi malestar mi cuerpo se siente en buena forma. Escuchamos gritos y sabemos quienes son, compitiendo como siempre corren demasiado cerca viéndose, casi como si fuera instinto estoy listo para aspirar ese olor con la esperanza de relajarme, algo en mi interior ruge.

No hay aroma a durazno, aprieto mis dientes.

Es durazno con menta, sé de quien es ese maldito olor.

Debe ser una maldita broma.

Me sostengo al barandal de la colina buscando aire, respira. Parece que todos, acostumbrados a ese par le resta importancia, regresaran, pienso.

Puede ser por que al ser Alfa su olor es más fuerte y se mezclo con él otro, intento convencerme. Seguimos con las vueltas, el cansancio no puede ganar.

...

Nada.

Media hora y no han regresado, esto es malo, mi mente juega en mi contra pensando todo tipo de cosas que solo empeoran mi ánimo, es por ello que termino corriendo más rápido de lo usual pero al ser algo "positivo" nadie dice nada.

— Ya regresarán —dice Daichi-san cansado de esos dos.

Muerdo mi lengua cuando estoy por hablar, no me importa.

Regresamos al gimnasio, cuando llegamos descansamos y nos recuperamos, la puerta se abre y Takeda-sensei entra, detrás de él veo como entran esos dos.

Un olor vino tinto llena el ambiente.

— Fuimos a Shiratorizawa —suelta el más alto.

— ¡¿QUÉ?! —grita Sugawara-san.

Y el regaño comienza, después de unos 10 minutos empiezan a explicar como se encontraron con Ushijima Wakatoshi y como llegaron a la escuela con el como su guía, eso explica el aroma.

— Tomen asiento, hablaremos de los partido —dice Takeda-sensei.

Cuando estamos todo formados en un circulo en el piso, me siento lo más lejos posible pero quedando frente a él.

— Por el momento están planeados para el próximo mes —empieza— como serán fuera de la ciudad necesitaremos el permiso de sus padres o tutores, al igual que de la escuela —añade— deben llenar el formulario —de repente se pone serio— saben que el próximo mes... tendrán los exámenes finales, ¿no?

Middles. | TsukiHina |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora