Hinata Shoyo.
Todo mi cuerpo rechina con el más mínimo movimiento.
El partido termino, Daichi-san regreso y está bien, con la mirada busco al rubio a lo lejos lo veo platicar con Yamaguchi, muerdo mi labio pensando en ir o no.
— Oi.
Me giro ante la voz del ojiazul, en cuantos nuestras miradas cruzan puedo ver el reflejo de mi sentimientos, una mezcla de: emoción, nervios, ansiedad, esperanza y muchas más, después de todo iremos contra el Seijo...
— ¿Qué pasa?
— Suga-san te manda esto.
Extiendo la mano y puedo sentir el paquete de la gelatina, sonriendo procedo a destaparla y en cuanto la pruebo mi cuerpo se relaja solo un poco, ninguno dice nada y no es necesario, ambos estamos ansiosos.
— Yachi-san.
Como si se tratase de un rayo me giro en dirección a donde mi chico debería estar notando que se fue, lo busco con la mirada y lo veo, al final del pasillo junto a la maquina expendedora, a paso rápido me dirijo a él.
— No desaparezcas así.
Digo recargando mi frente en su espalda, algo me dice que sonríe con burla pero no me importa.
— ¿No puedes vivir sin mí? —responde con diversión.
No digo nada, escucho como tira la botella de agua y alza mis brazos y se da vuelta, vuelvo a pasarlos por su cintura.
— Vamos, nos esperan.
Con eso se mueve dispuesto a soltarse de mi agarre pero no lo dejo.
— Hinata.
— No quiero.
— Debemos ir.
— Un rato más.
— No.
Y con eso se va, camina despreocupado, derrotado y un poco molesto me quedo ahí, lo veo detenerse y mirarme, me hace una seña con la cabeza.
Pisoteando paso por su lado sin decir nada, subo al autobús y en automático me siento en nuestro lugar, chasqueo la lengua al darme cuenta, decidido me paro para cambiar.
— Siéntate.
— ¿O sino qué? —respondo.
— Por favor.
Refunfuñando me siento de nuevo mirando por la ventana, saco mis audífonos y me dedico a disfrutar por el descanso, mis músculos lo agradecen.
— Hinata.
Suspiro con cansancio y algo más que me rehusó a aceptar.
— Hazme caso.
Ruedo los ojos.
— Quiero dormir, déjame.
No dice nada, eso me hace molestar y las ganas de llorar me ganan, una lágrima recorre mi mejilla.
— ¿Hinata?
Muerdo mi labio, entonces se acerca a mí, me toma por los costados y me coloca sobre su regazo, abro los ojos sorprendido, se encoge de hombros.
— Todos están dormidos —susurra.
Echo un vistazo y es verdad, bueno, era obvio, dos partidos en un solo día y contra buenas escuelas, cruzo mis brazos recordando la situación.
— ¿Te sientes mal? —su preocupación solo me da más ganas de llorar— ¿te duele algo? —pregunta alarmado.
— No.
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Middles. | TsukiHina |
FanfictionEste es un AU Omegaverse. Tsukishima empieza a notar cierto cambios en su comportamiento que lo alteran, se engaña echándole la responsabilidad a su lado alfa, lo raro radicaba en que era hacia una persona, Hinata, ¿de todas las personas tenía que s...