Hinata Shoyo.
Han pasado varios días desde que Tsukishima se fue de la sala del club sin dar explicaciones, intente buscarlo al día siguiente pero se negó a seguir ayudándonos por lo que recurrí a la manager en estado de prueba, Yachi-san, nos hicimos amigos casi al instante.
He notado su comportamiento, antes solía soltar comentarios sarcásticos cada que tuviera oportunidad pero ahora es como si me evadiera, lo he encontrado mirando a la nada y eso es lo que me tiene curioso... y para que mentir preocupado
Sacudo mi cabeza y jadeo buscando aire, llegamos en un tiempo récord... juguemos un poco de voleibol.
...
Jamás creí que mi cabeza podría dolor tanto, me rehusó a creer que mi corazón también, he llegado hasta aquí por mi esfuerzo que aunque parezca inútil para mí fue lo mejor, necesito mejorar, debo cambiar y solo así podré avanzar.
Soy un completo tonto, he estado preocupado por los exámenes y Tsukishima, no necesito esto, como si eso no fuera suficiente el entrenamiento termino siendo todo lo contrario a lo que esperaba.
Me siento tenso, cada musculo de mi cuerpo parece que con cualquier cosa se romperá como un delgado hilo, muchas cosas pasaron desde que exprese lo que sentía, cada una de las palabras que recibí se clavaron como cuchillos que se retorcían y tuve que usar el mismo nivel de esfuerzo que al jugar para soportar todo.
— ¡Quiero la fuerza para pelear por mí mismo! —estallo al fin.
Mierda, no quería que esto llegará a este extremo, ese olor a menta que era suave se torna intenso y agresivo, no cambiaré de opinión, soy vagamente consciente de que Yachi-san aún sigue aquí y de pronto ya no la puedo sentir.
— ¡Ese egoísmo destruirá el equilibrio del equipo! —por el enojo ni siquiera siento dolor cuando me tira al piso.
Mi sangre hierve al escucharlo decir lo mismo que cuando nos conocimos, me paro dispuesto a golpearlo, dudo un segundo al ver toda esa aura de alfa salir a flote, no, esto no quedará así, entonces lo olfateo, ese olor a café, veo en cámara lenta como el rubio se pone frente a Kageyama y jadeo al ver la aura aún más amenazante de Tsukishima.
— No te atrevas a ponerle un dedo encima —amenaza el rubio.
— No te metas, esto no es asunto tuyo —brama el ojiazul— ahora lárgate.
— Sabía que eras un idiota, pero me sorprendo cada vez que te superas —se burla el más alto— el único que sobra aquí, eres tú —lo empuja.
— ¡Tsukishima, Kageyama! —miro con alivio a Tanaka-san llegar— será mejor que se controlen —amenaza apretando sus hombros.
Veo a Kageyama darme un ultimo vistazo, toma sus cosas y sale del gimnasio, Tanaka-san lo sigue, me imagino que para supervisar que se vaya.
— Está bien —dice mirando a la rubia— yo me quedaré con él, Yamaguchi está afuera, él te acompañará.
Me da una mirada y asiento, la escucho gritar el nombre del pecoso, todo se queda en silencio.
— Hinata.
— Gracias por eso —susurro— déjame solo.
— No me iré.
— Por favor, quiero estar solo —no puedo retener más mis emociones.
— Deja de perder tu tiempo, no me iré.
Me niego a levantar la mirada, no quiero que me vea, lo siento acercarse y el aroma a café inunda el ambiente, como por arte de magia mi cuerpo se relaja y cuando estoy por hablar, tira de mí cuerpo contra su pecho.

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Middles. | TsukiHina |
Fiksi PenggemarEste es un AU Omegaverse. Tsukishima empieza a notar cierto cambios en su comportamiento que lo alteran, se engaña echándole la responsabilidad a su lado alfa, lo raro radicaba en que era hacia una persona, Hinata, ¿de todas las personas tenía que s...