XV

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Taehyung se sentía más que incómodo almorzando con el mafioso Yoon, no había conversado con él antes y la atmósfera que había quedado luego de la ida de su mejor amigo era muy pesada. Miraba hacia Namjoon pidiéndole ayuda pero este solo se mantenía a un lado con cara seria, estaba perdido, quería comer rápidamente e irse de ese lugar, esa situación le ponía muy ansioso.

-Así que...- El hombre pelirrojo frente a él llamó su atención, le había estado mirando atentamente desde que se habían sentado a almorzar lo que le causaba más nervios a Taehyung. -¿Cómo lograron salvarse de la explosión en la mansión Park? Digo, me alegra que no les haya sucedido nada pero se me hace muy extraño que hayan sobrevivido a algo así- Explico brindandole una sonrisa, el castaño podia notar su curiosidad y el fallido intento de ocultarla.

-Todo fue cuestión de suerte, aún no habíamos llegado de la universidad, unos segundos más y estaríamos muertos.- Podrían considerarlo una ficha clave, su socio y lo que sea, pero no le iba a confiar sus secretos. -¿Qué lo llevó a intentar el tráfico de drogas, Jeonghan?- Cambió rápidamente el tema antes de que el otro tuviera oportunidad de seguir haciendo preguntas, sentía la mirada de su guardaespaldas sobre él, claramente pensaba lo mismo.

Por otra parte Jimin caminaba algunas calles más allá de la mansión para que no sospecharan de lo que estaba sucediendo en realidad mientras que le escribía un mensaje de texto a Jeongguk, debían ir con rapidez a la cabaña del rubio. El pelinegro no tardo más que algunos minutos en llegar, el auto que llevaba pasaba desapercibido entre los de la ciudad y el más bajo observo a su alrededor antes de entrar.

-No entiendo porque vamos con SeokJin ya sabemos que los Lee están muertos.- Comentó Jeongguk con sus cejas fruncidas mientras Jimin le observaba desde el asiento del conductor, aquel pelinegro era especialmente guapo y podría pasarse horas y horas contemplandolo sin cansarse, simplemente sus facciones, las nuevas que hacia, hasta su cicatriz, todo en él parecía peculiar y atrayente... Algo que confundía a Jimin, era un fiel creyente de que estando en vida debía apreciar la belleza, fuera de quien fuere, pero ese chico... Ese chico le causaba algo más, cierto interés y cosquilleo que no podía ignorar.

Pararon frente a un semáforo, claro que Jeon ya había notado la mirada insistente de su acompañante y no había sido capaz de mencionar ni una sola palabra, ya sabía muy bien que el hijo de sus jefes le gustaba más allá de un amigo, le gustaba de manera romántica por más que quisiera negarlo, había desarrollado sentimientos y parecía que él no se daba cuenta de ello, se sentía tan estúpido al no ser capaz de coquetearle por lo menos decirle lo que sentía. A veces deseaba ser como Jeonghan, no pasaba por alto que era muy coqueto con el más bajo, era tan bueno con las palabras, las sonrisas, en serio lo envidiaba.

-Así que... - Saco tema de conversación sin mirarlo directamente. -¿Cómo va todo con Jeonghan? ¿Qué tal el almuerzo de hoy?- Ahora no sabía si envidiaba el que fuera un coqueto innato o que le coqueteara a Park con tanta facilidad.

-Ja, en realidad tuve que irme antes.- Le explicó Jimin. -Espero que Jeonghan no sospeche y que Taehyung no se sienta incómodo a su lado. Y todo va muy bien con Yoon, debo decir que no es mal hombre y puede ser un gran socio.-

Jeongguk empujó su mejilla con su lengua, estaba claro, ese pelirrojo se estaba ganando la atención de su amigo y como él parecía un adolescente enamorado de alguien de su grupo de amigos incapaz de hablarle sobre ello, iba a perder la oportunidad.

-¿Estas interesado en él?- Se atrevió a preguntar y Jimin sonrió para si mismo, ¿a caso ese tono le daba indicios de que estaba celoso o era solo su imaginación?

-Depende de que tipo de interés estemos hablando.- Soltó dibujando una sonrisa pícara en su cara, a veces podría llegar a ser un demonio con cara de ángel.

El conductor al escucharlo le dedicó una mirada sorprendida pero fue justo el momento en el que el semáforo cambio de color y tuvo que acelerar, Jimin estaba jugando con él y su estupidez en estas cosas del romance y coqueteo. Estuvieron en silencio por unos minutos, Jimin se divertía observando a su acompañante queriendo averiguar en lo que estaba pensando, Jeongguk por su parte quería saltar del auto ya sentía sus mejillas rojas a más no poder, ¿y cómo no iba a estar así? Nadie podría evitarlo a tener a tal obra de arte a su lado observandolo.

Hasta que desvío la mirada al espejo, allí vio reflejado un auto que había visto varias calles atrás, ¿era lo que estaba pensando? Sin decir una palabra giró por la calle incorrecta sin prestar atención a las quejas de Park y luego a otro y ese carro seguía tras ellos, excelente los estaban persiguiendo y no sabía desde hacía cuanto.

-Nos están siguiendo.- Soltó sin más y Jimin miro tras ellos, claro, estaba tan concentrado en otras cosas que ni lo había notado, no podían dejar que se enteraran de su paradero.

・゜゜・♡・゜゜・

-Me alegra haber podido pasar tiempo contigo, Kim.- Habló el pelirrojo tomando su mano sonriente, Taehyung le devolvió el gesto. -Te pido el favor de que hables con Jimin y le comentes que me comunicaré con él pronto para compartir un almuerzo.-

El mafioso observo a su alrededor, era una hermosa mansión la del hombre e increíblemente cara, según lo que habían mencionado Jeonghan tenía contactos en el exterior que lo había ayudado a llegar a todo esto en solo algunos años pero debían ser unos muy amables contactos como para darle todo eso.

-Lo haré, fue un gusto estar contigo.- Le contestó mientras dejaba que su sonrisa cuadrada hiciera acto de presencia. -Estaremos en contacto.- Sin más, se despidió y salió de allí junto a su guardaespaldas, subieron al auto y se fueron, claro que iban a dar algunas vueltas por la cuidad, Jeonghan debía tener uno que otro secreto tanta admiración y respeto por ellos era extraño y lo último que iban a hacer era dejarle saber donde se resguardaban.

Mientras tanto, Taehyung hacia una llamada a Min, no es como si en ese tiempo se hubieran hecho mucho más cercanos y se hacían llamaditas cada cierto tiempo, solo quería saber cómo le había ido en la reunión y si sabía a donde se dirigía su hermano.

-La verdad es que no tengo ni idea de donde está y tampoco encuentro a Jeongguk.- Le informó al otro lado de la línea, bueno, eso calmaba un poco al joven al menos Jimin estaba con alguien que podría cuidarle la espalda. -Nos vemos en la casa... Ten un buen día, adiós.-

-Igualmente.- Colgó la llamada con un extraño sentimiento cálido en su pecho, ja, la verdad es que disfrutaba cuando Yoongi le hacia ese tipo de comentarios, sabía muy bien que del otro lado se encontraba el pobre rubio nervioso y algo sonrojado, gran hombre para la mafia, algo tonto para los sentimientos.

Les Affaires du Park ƪKookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora