XXXV

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El salón de fiestas se veía tan elegante, grande, poderoso, hermoso, como un castillo dispuesto a ofrecer una de sus más grandes reuniones. Tanto Jimin como Taehyung se sentían como dos bichos en aquel lugar, decorado y ordenado a la perfección para personas con real importancia, no para ellos como había dicho el anfitrión.

-¿Para nosotros?- Preguntó Taehyung al escuchar las palabras de Yoon sin poder creerlo.

-Así es, esta fiesta es para mi precioso Park Jimin y mi respetado socio, mejor amigo de mi novio, Kim Taehyung.- Dijo orgulloso de si mismo, tomando a su pareja de la cintura y apegarlo a él. -Esto y mucho más es lo que merecen.-

Algunos invitados ya habían llegado, hablando entre ellos por la elegancia de tal reunión y lo guapos que se veían Yoon, Park y Kim, pues el primero también se encargó de comprarles trajes, contratar a alguien para maquillarlos y peinarlos perfectamente para la ocasión. El dueño ya había dado un discurso hacia los invitados por estar allí y les había dejado el camino libre para disfrutar de todo lo que había en ese lugar; sin embargo aún no llegaban los invitados que realmente los emocionaban, hasta Jeonghan se sentía levemente nervioso por verlos entrar por la puerta.

La música de la banda llegó a sus oídos, de sentían en medio de un festival medieval... Su sueño. Los dos siempre fueron fanáticos de la época, claro que sus pensamientos y toda la tragedia no eran de su agrado, sin embargo la estética que se mantenía les encantaba, un cuento de hadas, guerreros, príncipes, reyes, magos, castillos, las increíbles fiestas, su música, las leyendas, les gustaba tanto así que sus padres habían ofrecido miles de fiestas con esta temática cuando eran solo unos niños. Por lo tanto, al escuchar aquella melodía que les recordaba esos momentos felices no pudieron evitar sonreír y moverse al ritmo de la música.

-¿Me concede esta pieza, Park Jimin?- Pregunto Taehyung haciendo una reverencia y ofreciendole su mano, el pelirosa sonrió felizmente haciendo también una reverencia y tomarla.

Les encantaba tanto que habían obligado a sus progenitores a conseguir profesores privados de baile, quienes les enseñaron miles y miles de cosas, pero las que más les interesaban eran las danzas de esas épocas que los volvían locos. Destacaron por su delicadeza y elegancia, siendo una de las parejas infantiles más reconocidas en su cuidad luego de participar en varias competencias, solían decirles que lograban transportar a todo aquel que los viera a un lugar mágico y feliz, donde ellos eran el centro de atención con sus movimientos, belleza y sonrisas; tristemente dejaron aquel pasatiempo al llegar a la adolescencia, debían empezar a asumir responsabilidades y el baile no estaba dentro de ellas.

La melodías al principio eran lentas, comenzando con débiles movimientos y saludos formales, Taehyung paso un brazo por la cintura del más bajo mientras esté posaba su mano en le hombro y las dos restantes se tomaban una a la otra, mirándose fijamente iban de un lado a otro, dando una que otra vuelta de vez en cuando. Notaron como los músicos amenazaban con cambiar el ritmo e hicieron lo mismo, siendo mucho más alegre, dando leves saltos y tomándose de las manos, Jimin se caracterizaba por su flexibilidad, haciendo poses extravagantes con la ayuda de la fuerza del castaño, capaz de sostenerle sin importar que, a decir verdad Kim asumía un papel que a vista de otros era mucho más dominante, sin embargo era el chico de cabellos rosas quién marcaba los pasos de baile e indicaba todo lo que debían hacer

-Es increíble.- Susurro alguien al lado de Jeonghan, quién también estaba absorto en el espectáculo, nadie, ni siquiera los trabajadores, era capaz de apartar la vista.

Ni aquellos tres hombres que entraban por la puerta principal, normalmente llegaban tarde a ese tipo de reuniones, sorprendiendo a los presentes pero está vez fueron ellos los sorprendidos al ver la pareja de baile en el centro de todos bailando alegremente, con una técnica increíble que los dejo con la boca abierta... Era mágico poder presenciar algo como eso, la melodía, el lugar, sus movimientos, sus trajes, las sonrisas... Todo era jodidamente mágico y perfecto.

Les Affaires du Park ƪKookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora