Les Affaires du Park ƪKookMin

XLVIII

Su séptimo cumpleaños, ¿qué tenía de importante esa fecha? Ni siquiera el propio Jimin lo guardaba en sus recuerdos más allá de los infundidos por sus padres y tíos, mostrándole fotos de aquel día donde él y su círculo cercano se mostraban felices, también contando algunas experiencias graciosas y divertidas.

Al principio Jimin y Taehyung se mostraban interesados por sus relatos, pues Kim tampoco recordaba nada de aquel día ni el año en el que sucedió, luego lo hicieron parte de sus recuerdos a pesar de no ser suyos y lo tomaron como la verdad, pero con el paso de los años y siendo más analiticós con sus padres, denotaron que además de comentar sobre ese día con ilusión de la infancia de los chicos, lo hacían con alguna otra intención, como si esperaran que ellos pudieran recordar algo; aunque nunca había sucedido, ese año se basaba en cuentos de sus progenitores, cuando ellos mismos intentaban recordarlo todo se volvía borroso y en cierto punto doloroso, lo hablaron entre ellos y así quedó todo.

Si dolía significaba que no valía la pena recordarlo, según ellos.

Así que, ¿por qué el desconocido lo consideraba importante como para marcarlo en una joya? ¿era algún acosador? ¿o era una persona cercana a él que estuvo presente en ese día?

Pero, según lo mostrado por sus familiares, aquel día solo se habían presentado sus cercanos, los tíos Kim, uno que otro compañero de la escuela, los cuales tenían familias muy comunes, Namjoon, sus padres y los empleados del lugar. Podía. Tenían todo el dinero para invitar a toda la ciudad, pero los señores Park le explicaron que él había decidido un evento pequeño. Era solo un niño queriendo disfrutar de su cumpleaños, no había ninguna persona perteneciente a los malos negocios más allá de sus padres. ¿Quién podría considerar algo como eso especial?

¿Sería alguno de los invitados? No lo creía, era imposible, sus compañeros de escuela se separaron al entrar a la secundaria, conocía un poco de la vida de ellos y podría asegurar que no pertenecían a ese mundo y mucho menos se fijarían en el niñato que fue su amigo hacía años.

Era imposible que fueran sus padres, mucho menos Namjoon o los empleados pues la mayoría de ellos habían muerto en el incendio y no serían capaces de hacerle algo así al hijo de sus jefes, los que se encontraban bajo su mando les guardaban gran respeto, nunca harían una estupidez así. Además, debía ser algo con poder, alguien con la capacidad monetaria de contratar a diferentes personas para mantenerlo bajo su vista, debía pertenecer a cierto negocio oscuro, debía ganar una buena cantidad de dinero y debía guardarle algún tipo de rencor. ¿Pero por qué? En esa fecha era solo un niño, no se había acercado a los tratos de sus progenitores y tampoco se fijó en crear relación con los mafiosos antes, de hecho, sus padres lo apoyaron con la decisión de alejarse de la mafia mientras se capacitaba y disfrutaba un poco de la vida de los adolescentes.

Sus amigos de la universidad no sabían la verdad tras el prestigio de su familia, sus parejas tampoco, ¿debía desconfiar de todo aquel que se le había acercado en algún momento?

Aunque sus sospechosos se reducían al pensar en las pistas que el desconocido le daba.

-Esta bien, me tengo que ir. -escuchó la voz de su mejor amigo fuera del auto, separándose del abrazo que le daba su novio. -Nos vemos más tarde.

Jimin observó el beso que se daban con una sonrisa en su cara, disfrutó de ese tiempo a solas con un Jeongguk pero ahora podía notar lo mucho que había extrañado a sus amigos.

El pelinegro se encontraba a un lado de Min, con una mueca de burla ante las demostraciones de cariño por parte de la parejita aunque él fuera igual, o peor, con el chico de cabello rosa que esperaba dentro del lujoso auto.

-Nada de hacer locuras, por favor, esta vez Namjoon no puede acompañarlos. -al parecer el hombre decidió escuchar más a sus amigos y disfrutar de ese tiempo con su adorado Hoseok, yendo de un lado a otro, practicando diferentes actividades y creyéndose una pareja más de la sociedad.