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Las semanas habían pasado, los dos mejores amigos se mantenían en casa de Min, ocultos ante el ojo público, su relación con los habitantes de la mansión había mejorado, Hoseok era un hablador innato y en poco tiempo ya eran amigos, los otros dos eran un poco más tímidos pero gracias al pelirrojo se habían dejado llevar y terminaron por crear una amistad con los chicos, todos estaban el mismo rango de edad así que no era tan incómoda la convivencia. De hecho habían notado que tras sus fachadas de mafiosos serios y maleantes, se encontraban buenas personas, amigables que se habían mantenido alejados de la sociedad. En cuanto a sus negocios se mantenían bien en todo sentido y no habían presenciado otro ataque. Soobin se había comunicado con ellos para informarles que estaba en Estados Unidos, sano y salvo con la familia Choi, aún no se acoplaba del todo pero aseguraba que era mucho mejor que estar en Corea, sin embargo, sus padres aún no se comunicaban con ellos, algo que les preocupaba de sobremanera, los tres jóvenes junto a Namjoon les habían dicho que era mejor así, sería mucho más difícil rastrearlos y que sabían lo que hacían.

Por otra parte, la búsqueda del nuevo cartel de la mafia no había resultado como querían, no encontraban nada de un nuevo mafioso con cierto poder y peligroso para todos, Hoseok y Yoongi se habían esforzado yendo de un lugar a otro, hasta asistiendo a reuniones de estúpidos mafiosos, pero nadie sabía nada, si realmente había alguien nuevo no deseaba ser descubierto y sus pasos habían sido preparados y calculados.

-Los mafiosos desaparecen y nadie sabe porque, es estúpido, en este medio todos se enteran de todo.- Dijo Jimin levantándose del sofá. -Debe ser muy poderoso como para que alguien le tenga lealtad.-

-O muy peligroso, no creo que nadie desee exponerse.- Yoongi tomo un sorbo de su copa de vino. -Creo que debemos fijarnos en otra teoría, tal vez solo estamos perdiendo el tiempo buscando a una persona que no existe, será mejor encargarnos de los que si existen y tenemos conciencia de ellos.-

-No, ya han hablado con los mafiosos capaces de atacarnos.- Taehyung analizó la situación. -Sabemos muy bien que no son precisamente el tipo de personas que les gusta callarse los actos que cometen, ya estarían comentado y llenandose de atención.-

-Pueden tener miedo a que los Park les devuelvan la jugada.- Opino Namjoon tomando asiento al lado de sus jefes, no le gustaba entrometerse en sus asuntos pero los chicos le tenían tanta confianza que lo habían obligado a hacerse participe de ellos, lo consideraban su mano derecha.

-No lo creo, creen que estamos muertos y nuestros padres desaparecidos, nadie sabe que Yoongi juega de nuestro lado así que ya hubieran hablado.- Jimin tenía razón, para ellos los Park estaban a punto de perder su imperio, dentro de poco serían una leyenda más. -Aunque no debemos seguir gastando tanto tiempo en esa persona. -Le miraron confundidos. -Si queremos saber quién nos atacó debemos ver desde donde todo empezó... Nuestra casa.-

-¿Casa?- Pregunto Taehyung. -No es más que escombros, no creo que haya nada que nos sirva ahí.-

-Tiene razón y sería exponerse, es un barrio de clase alta y lleno de personas, sería un riesgo para ustedes.- Comento el pelirrojo. -En cambio de eso, manténgase acá, creo que sé cómo ayudarlos.-

-¿A qué te refieres?- Pregunto Taehyung dudando.

-Nosotros nos encargaremos de eso.- Se levantó dejando su copa a un lado. -Vamos, volveremos en unas horas, no se preocupen por nosotros.- Sus amigos le siguieron dejando a los menores confundidos.

Se quedaron en la sala de estar, hablando con Namjoon sobre cómo les había hecho creer a los medios que estaban muertos, hasta había llorado frente a las cámaras. El mayor decía que había resultado ileso por pura suerte y agradecía que lo mismo hubiera sucedido con ellos, desde el primer disparo el miedo inundó su cuerpo a pesar que había sido criado para eso, esos pequeños chicos eran importantes para él y se sintió tan inútil al no estar con ellos. Los dos chicos sonrieron, claro que Namjoon era importante para ellos, lo consideraban su hermano mayor. Kim Namjoon era hijo de los guardaespaldas de confianza de sus padres, tanto de los Park como de los Kim, se tenían mucha confianza y ya eran parte de la familia, muchas veces bromeaban diciendo que Namjoon sería el guardaespaldas de sus hijos y este se lo tomó muy en serio, pues cuando cumplió 11 años empezó a prepararse, corriendo, saltando, manejando cuchillos y tiempo después armas, era el mejor ante los ojos de todos. De alguna manera había malcriado a Taehyung y Jimin, siempre cumplía sus caprichos aunque no tenía ni la mitad de dinero que ellos tenían, los ayudaba en todo y los niños se habían acostumbrado a su presencia, un recuerdo gracioso que tenían eran sus padres insistiendo en que aprendieran a defenderse solos, a correr, saltar, moverse en cualquier lugar, a defenderse con cualquier cosa que estuviera en su alcance y lo más importante, manejar un arma, ellos solían correr mientras reían con sus papás tras ellos.

-¡Están en la edad de aprender!- Grito el señor Kim. -Ya no son unos niños, deben defenderse solos.- Solía decir una y otra vez, para luego Namjoon hacerse presente y cumpliendo con las lecciones que les dejaban a los otros dos.

Cuando los Kim murieron, Jimin y Taehyung sintieron la necesidad de aprender, había sido un cambio radical, entendieron que la vida no era un juego y era hora de aceptar su realidad. Los padres de Namjoon habían muerto unos meses antes de manera misteriosa, según decían solo era un accidente, pero en la mente de todos ellos nunca fue así y, aunque nunca lo dijeron frente a los menores, la pareja Park pensaba que había sido un aviso, una amenaza que habían ignorado y por eso sus viejos amigos ahora estaban bajo tierra.

Dejaron esos pensamientos de lado y se levantaron a preparar la cena, Namjoon podría ayudarlos en todo pero la cocina no era precisamente su fuerte, agradecían que su niñera les había enseñado una que otra cosa y veían la actividad de cocinar una manera de recordar la vida normal y la salida de sus problemas, al menos por unos minutos.

-Sigo opinando que deberíamos comprar algo.- Susurro el más alto.

-No señor, siempre has estado para enseñarnos y ayudarnos.- Dijo Taehyung con su sonrisa cuadrada. -Es hora de que nosotros te enseñemos algo.- Lo tomo del brazo y empezaron con la aventura, poco tiempo después todo estaba hecho un desastre mientras los tres reían y jugaban, como en los viejos tiempos.

Les Affaires du Park ƪKookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora