En aquel cementerio de algún pueblo cercano, dos hombres se encontraban sellando las últimas dos lápidas que les faltaban después de un largo día trabajando, el cielo pasó de celeste a gris, unas nubes negras amenazaban con llenar de agua todo a su paso, el cemento estaba a punto de secarse así que estaban haciendolo lo más rápido posible, tenían una cierta amargura en su bocas, eran a los únicos que la familia no había ido a enterrar, Tampoco habían flores ni siquiera una placa con una frase motivadora como era costumbre poner. Lo único que sabían de aquellas dos almas es que habían sido encontrados por la policía cuando iban escapando del banco de España, en una de las alcantarillas, al parecer ninguna de las dos partes dio el brazo a torser y empezaron una batalla, la cuál para desgracia de ellos fue ganada por la policía, sellando las esquinas y limpiando su sudor un silbido los sacó de su tarea, un hombre gordo y con un bastón estaba fumandose un puro.
Ca: Vamos abriendo esas lápidas por favor.
X: Debe ser una broma no? Acabamos de terminar.
Ca: Sacó una hoja-Dile que es una broma a esta orden, vamos moviendo el culo y abriéndo antes que empiece a llover-Tardó en terminar esa palabra cuando las gotas comenzaron a caer-Me cago en la puta.
X: Es necesario hacerlo ahora? Ya estamos muy cansados.
Ca: Sacó el puro de su boca-Tu sabes quien está en esa lápida?
X: Pos no pero lo pone aquí Zuleima Zahir, en esta otra Andrés de Fonollosa.
Ca: Ustedes no conocen a Zulema, abran el puto ataud que necesito verla con mis ojos, tu abre también ese otros, no me fio ni de dios-los hombres voltearon a verse y comenzaron en su labor de retirar el cemento.
"La muerte puede ser la mejor oportunidad de tu vida"
Muy en el fondo Castillo mantenía la esperanza de no ver a Zulema en ese ataud es que acaso ahí terminaba su historia? Perseguirla por muchos años para que al final todo se definiera en un maldito disparo. Era algo poco creíble, pero todo el cuerpo policial salió a asegurarse su victoria en los noticieros, por eso mismo movió sus influencias y consiguió aquella orden, los hombres sacaron los ataúdes, la lluvia paró, Castillo estaba apunto de abrirlos cuando Saray apareció.
Sa: EH QUIETOS, si alguien va a ver a mi Zule esa seré yo-llegó junto a Castillo-ella no está aquí cierto?—lo miró a los ojos.
Ca: Vamos a averiguarlo-Saray asintió Castillo le dio la orden a los hombres, cuando abrieron la tapa se formó una sonrisa en la cara de ambos.
Sa: Si coño si-limpio una lágrima que caia por su mejilla-Mi reina Mora nunca se rinde a que no Castillo-lo abrazó por el hombro.
Ca: Rió-Puto Elfo del infierno-en los ataúdes habían dos muñecos uno con la cara de Zulema sonriendo mientras sacaba el dedo del medio de su mano y otra exactamente igual pero con la cara de Andrés.
Sa: Déjala en paz Castillo, se lo merece.
Ca: Zulema Zahir, haré lo mismo que tu y me tomaré unas largas vacaciones, un café Saray?-dijo viendo a la mujer que aún tenía una sonrisa pintada en su rostro.
Sa: Mejor una cervecita-ambos salieron del cementerio.
Al otro lado de la cuidad un auto iba por una carretera alejada de todos, el sol al fondo estaba escondiéndose, llegaron a un campo abierto donde la puesta de sol era de película bajaron y tomados de la mano caminaron hasta llegar a una mesa cin bancas en medio del campo, no dijeron nada solo apreciaron aquella belleza de paisaje, Zulema soltó la mano de Andrés y caminó unos pasos hacia adelante, el viento le daba en la cara, respiró profundo y comenzó a quitar sus botas quedando descalza, rió al sentir el césped entre sus dedos, volteó a ver a Andrés que estaba sentado en la banca y estiró su mano la cuál fue tomada por Andrés.
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Amor Egocéntrico
FanfictionCuando juntas a dos demonios fácil, pueden ocurrir dos cosas dos cosas, se unen y forman un equipo capaz de hacer todo y joder al mundo o se destruyen apenas el otro de la espalda.