Capítulo XXXVIII

146 14 10
                                    

Bajé nuevamente al depósito y nadie me iba a impedir hablar con Zuelma, ni siquiera ella misma, el elevador se abrigo y entré con prisa, las personas ya estaban cargando los baldes de pepitas por la cinta transportadora que estaba en el túnel. Me dirigí directo a Zulema.

An: Vamos a hablar.

Zu: Estoy muy ocupa.... que haces esrupido bajame ya-Andrés cargó a Zulema para llevarla de nuevo al elevador, Héctor se iba a interponer pero Andrés disparó a su brazo, fue solamente un roce pero hizo que este se detuviera, entre patadas, puñetazos y malas palabras Andrés llevó a Zulema a la habitacion donde solían descansar la sento en una de las sillas, la mujer rápidamente se levantó pero volvió a ser sentada.

An: vas a escucharme.

Zu: No lo creo.

An: La miró directo a los ojos-Vas a escucharme-Zulema respiró profundo.

Zu: Tienes 5 minutos.

An: Necesito 2....-se sentó en la silla que estaba al frente-Esta es nuestra cafetería en París Zulema.

Zu: Qué coño estas diciendo?

An: Da igual te lo contaré algún día, lo que quiero decir es que basta de estar huyendo a esto-señaló el espacio que había entre ambos.

Zu: Esto-hizo el mismo gesto-Ya no existe, ya no es posible, no hay nada que nos una, lo único que haremos es terminar de fundir el oro e irnos en la madrugada tu por tu lado, yo por el mío, nos olvidaremos que alguna vez nos conocimos y ya tío-Se quedó en silencio.

An: Ahora dimelo mirandome a los ojos-Zulema no se había percatado que su mirada estaba clavada en el suelo.-Lamió sus labios y lo miró.

Zu: Que no puedo vale.... No puedo.

An: El qué?

Zu: Comenzar una vida de nuevo contigo es que no lo entiendes Andrés, la desgracia y la muerte me rodean, pensé que ibamos a comenzar desde cero juntos pum, caí en la cárcel,quise iniciar una familia contigo pum mataron a Samuel, ahora que estamos aquí si salimos vivos nada garantiza que estemos bien, es que acaso no lo comprendes?

An: Y quién nos va hacer daño? Ramala? Gandia? Jorge? Todos están muertos Zuelma...

Zu: No solo existen personas, hay enfermedades, cáncer, tumores, joder hasta con una puta aceituna podría atragantarte y morir y no quiero ser la culpable de eso.-Se levantó para irse.

An: No voy a dejarte ir otra vez, joder Zulema que tienes ahí fuera, imagínatelo sales con el oro y que? De verdad quieres a Héctor a tu lado? Despertando cada mañana? Se que no lo quieres y estas con él porque tienes un vacío que crees que el está llenando y no es así. Quiero decirte solo una cosa más, si después de eso sigues pensando que no debemos estar juntos, te juro que no vuelvo a dirigirte la palabra.

Zu: Vale, que quieres decirme.

An: Cierra los ojos....

Zu: No tenemos tiempo....

An: Cierralos-Zulema no muy convencida lo hizo Andrés nuevamente la sentó en una de las sillas busco a su alrededor y se dirigió a una de las cortinas, tomó un pedazo de hilo que sobresalía-No los abras-Tomó la mano de la mujer e hizo un nudo en su dedo índice, luego con un poco de esfuerzo hizo lo mismo en el suyo.-Abrelos-Zulema obedeció, era un hilo rojo que los unía.

Zu: Que es....

An: Una vez una mujer me contó la leyenda del hilo rojo, sabes cual es?

Zu: Sonrió un poco-No tengo ni idea.

An: Bueno en resumen se cree que naces con un hijo rojo invisible atado a la persona que amarás toda la vida, y sin importar el tiempo o a donde los lleve la vida el hilo puede...

Zu: Estirarse, enredarse pero jamás romperse-Zulema terminó aquella frase, Andrés la miró y una sonrisa se dibujo en la boca de ambos dando paso a un beso unido a unas cuántas lágrimas, Zulema terminó el beso y habló-No tendrás una vida normal a mi lado, será una vida de mierda-rió.

An: Quién coño quiere una vida normal-volvió a besarla, dando paso al deseo y la pasión que ambos estaban reprimiendo, se les dificultada un poco mover sus manos ya que aún estaba un atados por el hilo, Andrés Rápidamente lo metió a su boca y con ayuda de sus lo rompió, abrazo a la mujer la cual ya estaba sobre sus piernas, Zulema un tanto torpe comenzó a quitar la camisa de Andrés mientras este intentaba quitar el cinturón del mono que estaba usando la chica, por otra parte Arturito iba vagando por los pasillos, cuando escucho ciertos ruidos, se acercó a la puerta de donde provenían y con cuidado la abrió, vio aquella escena y rápido la cerró comenzó a caminar apurado, pues se había escapado y pronto se daría cuenta de su ausencia, en una de las esquinas chocó con Héctor.

He: Tu que haces aquí-el hombre venía presionando la herida que le había hecho Andrés antes.

Ar: yo..yo.. Yo me perdí, estaba buscando el baño-estaba bastante nervioso.

He: Pero tu no trabajas aquí!?

Ar: Yo si pero... Hicieron remodelaciones.

He: Callate y ve con los demas antes que te meta un tiro.

Ar: claro claro-comenzó a caminar-debe ser duro no?

He: El qué?

Ar: El estar partiendote el culo y que te pongan los cachos.

He: Se más especifico.

Ar: yo no se nada, pero te recomiendo ir a la habitación del fondo-sonrió y siguió caminando, Héctor quedó serio mientras volteó a ver la puerta de la habitación, aún presionando su herida comenzó a caminar escuchando cada vez más gemidos, llegó abrió un poco la puerta encontrándose con Zulema acostada en el suelo mientras Andrés la penetraba constantemente, sintió un calor horrible recorrer todo su cuerpo, no le importó nada y entró pateando la puerta y gritando.

He: DEJALA HIJO DE PUTA-lo tomó de la espalda y lo tiró a un lado.

An: QUE TE PASA IMBÉCIL-subio su pantalón minetras Zulema por otro lado acomodaba su camisa.

He: TU QUE ZORRA, que te pasa?

Zu: Estaba muy tranquila-terminó de colocar sus botas.-Lo que viste....

He: Los miró a ambos ninguno de los tres decía, Héctor comenzó a asentir mientras reía.-Ustedes dos-los señaló a ambos-Van a pagar esto, sigan con su fiestita aquí-salió de mala gana miemtras Andrés y Zulema lo veían alejarse

 Amor Egocéntrico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora