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Enciendo el grifo y comienzo a desnudarme. Abro las puertas del pequeño mueble y saco lo necesario para ducharme.

Son aproximadamente la seis de la mañana y entro a las siete a la preparatoria, por suerte no soy de tardar mucho en el baño. Siempre fui rápida en ese sentido, en el departamento que alquilaba mi padre el agua caliente no duraba mucho; por lo tanto si no querías pescar un resfriado tenías que apurarte.

Entro a la ducha y mojo mi cabello. Se siente raro tenerlo tan corto, nisiquiera tengo que peinarlo ya que  no se me hacen nudos.

Le pongo shampoo y aspiro el delicioso olor a lavanda. Termino con mi cabello y prosigo con el cuerpo.

Al finalizar Sacudo mi cabeza de un lado al otro sacando el exceso de agua.

Busco mi ropa y me la pongo mientras me quejo por tener que levantarme tan temprano, me echo  perfume por todos lados y me abro la puerta para no respetarlo y ahogarme

—Buenos días

Chillo y Bruno entra al baño empujandome fuera de este

Miro la puerta cerrada indignada

—Buenos días a ti también

Ruedo los ojos y busco mi bolso

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Agarro con fuerza la correa mientras Bruno no deja de decirme como hacer para no morir el primer día, llevamos apenas  quince minutos caminando en los cuales Bruno no ha dejado de decirme que intente hacer amigos o me tacharan de rara.

—Pero lo soy— el rueda los ojos

—No eres rara.....sólo diferente.

—Usualmente la gente llama "Raros" a los diferentes

Doblamos en una esquina y el frena

—Aquí es donde tu sigues sola— revuelve mi cabello— mi escuela está del otro lado

Asiento mirando mis pies

— a la salida voy por ti

Le sonrio

—Bien, nos vemos — ajusto la corbata de su uniforme y el bufa— si me pierdo te llamo

El ríe y se aleja mientras yo sigo mi camino hacia la preparatoria. Agradezco poder vestirme a mi elección, puesto a que así podría vestirme como se me dé la gana. Por el camino me cruzo a algunos con el mismo uniforme que Bruno y otros con bolsos y mochilas yendo hacia la misma dirección que yo.

Paso las manos nerviosa por mi sudadera gris cuando llego a la entrada, miro hacia los costados y me apresuro a entrar.

Bueno.....¿ A donde mierda tengo que ir?

Camino por un pasillo repleto de adolescentes hormonados y busco con la mirada el cartel que diga "Secretaría"

Un grupo de chicas sonrientes y felices caminan  hacia mi dirección y mi corazón comienza a latir con fuerza

Odio a la gente

—¡Hola! Te notamos pérdida ¿eres nueva verdad?— abro y cierro la boca, la chica de tal vez unos 1'50 pestañea de manera frecuente esperando mi respuesta

Asiento

—Oh, es bueno tener a gente nueva por aquí ¿Buscas la Secretaría?

Vuelvo a asentir

—parece que no habla mucho — le susurra una de las sonrientes

—Debes ir por el pasillo a la derecha

tres besos [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora