tres besos [LIBRO 1]

12

Coraline

—Tal vez podamos solucionar lo del tatuaje— el posa su mano en mi espalda baja y me guía dentro del lugar.

—¿Cómo?

—Tengo un amigo que hace tatuajes —lo miro atenta—El me a enseñado a tatuar, sólo necesito tú permiso y el tipo de letra que quieres.

Lo miro incrédula

—¿Así de fácil? ¿No vas a pedir un permiso especial o algo asi?

Rueda los ojos y nos sentamos en una de las mesas del fondo

—No soy un tatuador profesional — se encoge de hombros— además de que no necesitas un permiso si nadie va a verlo, sólo yo.

Agrega y lo pienso

—sumandole que si pido permiso Cecilia no me dejaría — ruedo los ojos— por Dios me siento rebelde.

Reímos por lo bajo y de inmediato se acerca una mesera.

—Hey rayan, hace tiempo que no sabemos de ti ¿Y tú amigo?— su voz suena rara tal vez porque....ou le está coqueteando

Rayan no parece darse cuenta y se fija en la carta

—Ah bien...drogandose por ahi— intento no reir—Traeme lo de siempre, mi cita tiene que probar las hamburguesas de este lugar.

Arqueo una ceja al igual que la mesera, la cual se gira para observarme.

—De acuerdo, enseguida vuelvo con sus pedidos ¿Con bebida incluida verdad?

Rayan asiente y la chica se marcha

—Ella estaba coqueteandote—digo divertida

El hace una mueca

—Me coquetean todo el tiempo— suelta un suspiro exagerado y ruedo los ojos— pero no todas son dignas.

Asiento siguiendo el juego

—No cualquiera puede contigo

Asiente de acuerdo

—Tu si que entiendes coraline — junta sus manos y achina sus ojos hacia mi— Cuéntame de ti

Apoyo mi barbilla en mi mano

—Bueno, no hay mucho que decir.

—¿No?

Niego

—Nop

—Hmm ¿Cuando es tu cumpleaños?

—20 de marzo

—Pisciana—murmura para si mismo— tienes carácter sólo deben hacerte enojar.

—No jodas ¿Crees en el horóscopo?

Bufa

—¿Tú no?

Niego

—No creo en casi nada

—¿En Santa si? Vamos Di que si

Río por lo bajo

—¿Sabes que no es real? —El lleva su mano a su corazón — digo...no existe ningún gordo volador que entrega regalos.

El balbucea y entiendo que está jodiendome

—¿Dices que mi mami mintió?

Agarro sus manos frías entre las mías y hago un gesto triste

—ya era hora de saberlo Ray-Ray

Finge sollozar y de la nada explotamos en risas.

Sostiene su estómago y yo cubro mi rostro con mis manos para que no vea lo tentada que estoy