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calidez

Eso, es lo que siento, en este momento. Sé que el cuerpo que me tiene atrapada es el de rayan, como también sé que está despierto e intentando quitar su brazo, que se encuentra bajo mío. Pero me siento tan cómoda y tranquila que no quiero que lo arruine.

Mis ojos se niegan a abrirse y mi cuerpo a moverse,las comisuras de mis labios se levantan escuchando las quejas que emite y me acerco más a el.

—Demonios rubia, ya no siento mi brazo.

Aprieto mis labios evitando reir

—No quiero ser aguafiestas y despertarte pero....—intenta quitar su brazo — Creo que ya está morado ¿Cuanto pesas?

Siento su respiración en mi nuca y la sonrisa poco a poco va relajandose

—Coraline.....—su voz suena más ronca y lo peor es la dureza que choca contra mi trasero

Me giro de manera abrupta, mi frente chocando con la suya.

—Quita tu bicho

El soba su frente y mira su miembro

—Es normal relajate, erección matutina es su nombre — rueda los ojos y lo ayudo a quitar su brazo

—Eres un exagerado, está normal.— toco su brazo ignorando su erección

—En este momento siento mil agujas en mi brazo—cierra los ojos con fuerza y sonrio, agarro su brazo y lo masajeo

—De qué te quejas si la misma sensación la tuviste al tatuarte el brazo— miro con atención los tatuajes, los acaricio con el ceño fruncido e intento adivinar el significado de cada uno.

tal vez Google sepa....

—No es lo mismo

—Hmm

Llego a sus manos, grandes y ásperas. Toco cada letra de la palabra " angel"  y Sonrio viendo otro de sus tatuajes

—Me gusta este, es un anillo con forma de corona muy atractivo. Tiene tu estilo.— Frunzo los labios y me siento para observar más de cerca — Woow, no lo había visto ¡Tienes un dragón!

El rueda los ojos sonriendo, cuando me acerco a ver sus bíceps.

—Eres todo un Museo

Tengo la curiosidad por ver los de su torso y demás, pero de sólo pensarlo mis mejillas se calientan.

—Me siento halagado

Ruedo los ojos y me estiro

El me mira fijamente y suelto una risita nerviosa

—¿Qué?

Niega y se sienta

—¿Siempre te despiertas tan activa?

Me encojo de hombros y me peino con los dedos el flequillo

—No siempre despiertas con un Museo al lado

El suelta una carcajada y me sonrojo

—Rubia, ¿Te das cuenta que ya bromeas conmigo?—bufo y froto mi rostro— es todo un avance

—Déjame

El dirige sus manos a mis mejillas y las estruja

—Mi bebé ya hace bromas — cambia su voz a una más infantil

—¡Raayaaan!— me suelta y rie

—Voy a molestarte por siempre de esto, me encanta que hagas bromas, no lo haces tan mal.

tres besos [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora