tres besos [LIBRO 1]

16

Apoyo mi cabeza en la dura madera mientras sorbo mi nariz

Mentira

Mentira

Mentira

Eso es lo que todos hacen

Mentir

Mentir

Mentir

Las voces en mi cabeza no dejan de repetir que la culpable soy yo, que el problema siempre será mi presencia.

Tal vez si no existiese esto no pasaría

—¡¿Podrías aunque sea hablarle?! ¡Su padre eres tú! No si— ella suelta una risa amarga —Siempre seré  yo la mala de la historia, Hazte cargo imbecil. Tu hija no deja de preguntar por ti  ¿Lo sabes? Ella se creé la mentira del telefonito roto

Un sollozo escapa de mi garganta

Mentiras

Mentiras

Mentiras

—Vete a la mierda. —se escucha un ruido sordo— Ash  ¡Lo odio!

—Calma Ceci — la voz de Erick resuena— tal vez necesita tiempo

Ella ríe por lo bajo

—Es el karma, es el puto karma.

Me levanto lentamente y bajo las escaleras

Mi teléfono vibra y miro el mensaje de Emma

Emm:

Estamos esperándote

¿Vendrás?

Yo:

Si

Bajo hasta pararme frente a la puerta y con manos temblorosas la abro.

El aire fresco y denso golpea mi rostro mientras lloro en silencio.

Mentira

Mentira

¡MENTIRA!

Una semana ha pasado

Mi preocupación hacia mi padre aumentaba a medida que los días pasaban. Varias veces  intenté robarle información a mi madre pero ella se volvía sería e  histérica de sólo nombrar a mi padre. Los días transcurrían, los ratos con Emma   mejoraban y me distraían;Ya no pensaba tanto en mi padre y el dolor de un supuesto abandono no se asomaba.

Pero cuando decidí comenzar a espiar a Cecilia......

Mentiras y más  mentiras

Su teléfono nunca estuvo roto, entonces el....¿Me mintió?

Sollozo de camino hacia el colegio

hoy hay un supuesto partido al que Emma estaba feliz de ir, ella había organizado toda una salida junto a rayan y a roco—Los cuales pasaban mucho tiempo con nosotras — decía que era una nueva forma de "Experimentar" y que las fiestas luego de eso eran la gloria

Y acepté

De hecho estaba animada por la idea de  ir, pero las cosas no salieron como lo esperaba.

Doblo en una de las esquinas y limpio mis lágrimas, mi mano esguinzada duele de tanto apretarla ademas de que mis labios  arden debido a las mordidas que les he dado.

Miro mis pies mientras apresuro el paso.

A está hora ya deben estar terminando el partido

—¿Harás algo bien coraline?—mascullo con voz ahogada