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Rayan

—¿Que dices?

Abro lo cortina y Entrecierro mis ojos en su atuendo. Silbo y le sonrío.

—Me gusta

Sonríe

—A mi igual.—mueve sus pies

—Genial, te espero en la salida.—miro de reojo a algunas señoras y hago una mueca— Siento que quieren violarme

Ella suelta una carcajada y niega

—Bien, enseguida voy.

Cierra la cortina y camino hacia la salida ignorando las acosadoras miradas de las clientas. Ajusto mi gorra y luego mis lentes, Sonrio al leer el mensaje de mamá Y bostezo.

Jodido sueño

Froto mis ojos y luego coloco mis anteojos negros, claramente no hay ni una pizca de sol, pero mis ojos lucen cansados e irritados debido a la falta de sueño.

Nuestro plan era dormir otras horas más, pero la madre de coraline arruinó nuestros planes cuando llamó a los gritos a coraline.

Y no estábamos para meternos en problemas.

Observo a la farmacia del frente  y Chasqueo mi lengua

—Casi lo olvido

Cruzo la calle y tarareo una canción mientras me adentro a la farmacia. Al entrar,  una ridícula campana de flores le avisa al dueño que llegué.

—Buenos días joven ¿Condones, lubricantes,pastillas del día después o test de embarazo?

Río mientras me acerco al mostrador.

—¿Ya está acostumbrado verdad?

Rueda los ojos y asiente

—Más que acostumbrado

—¿Puedo preguntar cual es el pedido de la mayoría?

Escribe algo en una libreta y lo piensa

—Test de embarazo— me mira— Tienes cara de ser un niño, espero que no me pidas ningún test

Levanto las manos

—Necesito una pastilla para evitar que eso suceda

Rie con voz rasposa y saca una diminuta caja

—¿Condones?

Asiento

—Dame dos cajas de 20 Y de la mejor marca.

Sonríe divertido y quito mi gorra revolviendo mi cabello.

—De acuerdo....serían 30,35.

Le entrego el dinero y la campana vuelve a sonar.

—¿Tendrá una aspirina?

Mi cuerpo se tensa mientras termino de guardar todo, lentamente mi rostro se gira hacia el y mi mandíbula se endurece a tal punto de doler.

—¿Brandon?

El nombrado se gira de forma abrupta y se endereza

—Vaya vaya vaya, Rayan mercury —sonríe con arrogancia acariciando su barba— ¿Cómo has estado chico?

—No es de tu incumbencia imbécil

Me doy media vuelta dispuesto a irme pero su agarre me detiene por completo

—Sueltame

—Molly volvió muy mal a casa la otra vez

Suelto una risa forzosa

tres besos [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora