tres besos [LIBRO 1]

25

2 meses despues

— Deja de decir eso— lo regaño— basta.

— solo bromeo coco

aprieto los labios

— me hace sentir mal, no lo hagas.

miro su piel amarillenta y mis ojos luchan contra todo por no lagrimear.

— Coco...solo bromeaba, prefiero tomarme esto en modo de broma.

no digo nada y sigo mirando la televisión que su habitación tiene, nisiquiera le presto atención, solamente me enfoco en ella para no ver como poco a poco mi padre se va perdiendo.

— ¿Cuándo saldrás papi?

— no lo se mi coco

— escuché que necesitan mantenerte en observación

— Lo necesitan, si.

— Tengo miedo

— coco,—su mirada se suaviza—es por mayor seguridad ¿si? todavía falta mucho por atravesar.

cierro mis ojos con fuerza.

Lo cierto es que he estado informándome sobre el cáncer de páncreas y eso solo aumento mi miedo a perderlo. El cáncer está avanzando demasiado rápido, cosa que tiene preocupados a los especialistas, las quimios no están funcionando y solamente empeoran el estado de papá. El se encuentra aun más delgado que antes, sus ojos y piel son de un leve color amarillento y debajo de sus ojos unas marcadas ojeras lo decoran. Sus labios se encuentran sumamente secos y su voz demasiado ronca.

Han pasado ya dos meses y aunque esto debería mejorar, lo único que hace es empeorar.

pero todos intentan mentirme diciendo que todo mejorará, como si yo no pudiera ver que el cáncer avanzó. No soy tonta, si tienen a mi padre aquí con máxima supervisión es por algo.

— no quiero mentiras— digo— no las quiero

lo miro y el a mi, nuestros ojos chocan y el baja su rostro para esconder las lagrimas que lo están asechando, niego conteniendo las lagrimas y el agarra mis manos con fuerza. Sus sollozos aparecen haciendo eco en la fría y pálida habitación ocacionando  que mi corazón se rompa.

no hay nada que me quiebre más, que verlo derrumbarse frente a mi.

— Las quimios no están funcionando hija.

suelto su mano y me levanto de la silla para mirar hacia otro lado que no sea el.

— ¿puedes hacer otra cosa? ¿cirugía tal vez?

me doy la vuelta y niega

— Coco...

— ¡hay muchas soluciones ! — digo desesperada— p-podemos hablar con el doctor ¡No lo sé! ¡pero no me digas que no hay opción!

— las quimios eran la única opción

niego con la vista nublada, llevo las manos a mi pecho intentando controlar la batalla que este tiene.

— no me digas eso— suplico— no me digas eso

el mira hacia el techo mientras sus lagrimas se derraman

— ¿te perderé?

— siempre me tendrás

niego y de solo pensar que no lo tendré mi pecho duele

— lo prometiste papi

— haré todo lo posible

niego frenéticamente sumida en la desesperación