tres besos [LIBRO 1]

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Rayan

Mezclo las pinturas hasta llegar al tono perfecto y sonrio satisfecho. Nirvana suena de fondo mientras la suave brisa fresca sopla mi rostro dándole un respiro. Mojo el pincel con el verde jade y lo llevo hasta el lienzo blanco....

Muchas veces, siento el impulso de solamente tirar pinturas sobre el lienzo, dejarme llevar, utilizar colores al azar y mezclar mis emociones hasta expulsarlas sobre la superficie blanca.

Desde coraline pasa muy seguido. Mis dedos pican por dibujarla, pintarla, retratarla. Pero también mi pecho se sacude por pintar lo que ella me hace sentir...

Sin duda sería una tarea difícil, ya que, coraline me hace sentir muchas cosas.

Me hace sentir vivo

Me hace sentir que estoy flotando

Me hace sentir afortunado

Me hace sentir que estoy en paz

Me hace sentir feliz.....

Por dios coraline, no tienes idea de las cosas que quiero gritar cada vez que te veo sonreír, cada vez que despierto y observo tu cabello dorado desparramado por mis almohadas. Mis brazos Te anhelan todo el puto tiempo y estoy seguro...., muy seguro  de que si alguien me pregunta que es el amor, yo diría tu nombre.

Sonrio mientras el pincel se desliza por si solo. Guiado por mis impulsos

El amor son tus ojos , tus labios, tus caricias. El amor es tu piel bajo mi mano, es el sonido vibrante de tu risa, el amor sin duda eres tú coraline white...

Y como daría por decírselo sin miedo, por que mi pecho no  tema a expresar todos los jodidos colores que se guarda.

Pero no es mi culpa, no cuando me fallaron tanto.

Agarro el blanco y lo salpico recreando las chispas que se producen  en mi pecho cuando   me observa minutos antes de cerrar los ojos y dormir.  Luego agarro un amarillo, naranja, celeste...

Rasco mi ceja sin importar mancharla con la húmeda pintura en mis dedos.

Observo el cielo libre de estrellas y luego vuelvo a la pintura. Concentrado en hacerlo perfecto.

Cuando por fin Estoy finalizando, los primeros rayos de luz y los pájaros me resiben, guardo la pintura para que logre secarse, junto mis materiales y bostezo largandome  de  mi estudio. Sacudo mi cabello y a pasos perezosos me dirigo a mi habitación.

Abro la puerta y a pesar del cansancio sonrio. Las sábanas ya no la cubren, dejando al descubierto su pijama nuevo de osos polares, sus brazos se aferran a mi almohada mientras se remueve con el ceño fruncido y sus labios en un puchero.

—Joder—susurro admirandola, me quito la ropa sucia y Me acuesto a su lado, sus brazos liberan mi almohada y se aferran a mi, Sonrio dejando un beso en su mejilla mientras su ceño se relaja.

Me concentro en ella, en la forma en la su respiración lenta me calma y como su aroma me embriaga. Mis ojos se cierran y mi mejilla posa en su cabeza.

Paz

Eso siento contigo coraline, estoy seguro que muchos matarían por encontrar a alguien que los haga sentir así.

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Siento besos ser desparramados por mi rostro, luego una leve risa contenida y suaves caricias.

—Osito —mis ojos se abren y ella me sonríe   con cariño, su rostro adormilado y su cabello despeinado— ¿Estás muy cansado? Puedo traerte el desayuno a la cama ¿Quieres?