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¿Donde mierda estas Bruno?

Presiono enviar y vuelvo a apoyar mi cabeza en la dura pared de ladrillos . Hace treinta minutos que Bruno debió venir por mi, pero se ve que olvidó que tenía que buscarme después de clases.

Tal vez debería irme pero ¿Y si viene y no me encuentra?

Me siento en el asfalto y apoyo mi cabeza en mis rodillas, golpeo mis dedos en el suelo y maldigo cuando los profesores comienzan a irse. Emma se ofreció a quedarse pero le dije que no, que estaría todo bien.

Ahora me arrepiento

Estoy sola, sentada en el puto suelo, esperando al inútil de Bruno y para seguir agregando, CANSADA Y CON HAMBRE

EL no dormir , más tener el estómago rugiendo, ocasiona que mi humor no sea el mejor.

Agarro mi teléfono  y marco el número de Bruno

—Vamos contesta...—cierro los ojos con fuerza cuando marca al buzón —Maldito hijo de perra, estoy esperándote hace media hora y no te dignas a aparecer. Ahora Pudrete y olvídate de que te regale algo en tu cumpleaños y me vale que aún falten meses para ello.

Corto la llamada frustrada  y me levanto  del suelo murmurando todo tipos de insultos hacia mi querido hermanastro. Limpio mi trasero y me cuelgo el bolso

—Creo que necesitas algún tipo de masaje—giro pasmada  hacia el— nunca vi a alguien tan joven y a la vez  tan malhumorada.

Hace una mueca mientras le da una calada  a su cigarrillo. Maldigo por enrojecer y muerdo el interior de mi mejilla

—Es de mal educación espiar

Comienzo a alejarme

—¿Necesitas que alguien te acompañe a casa?—comenta ignorando lo anterior— aunque no lo creas de día también pasan cosas

Me sorprendo al escucharlo serio.

—No me da miedo caminar sola...—carraspeo — además vivo a pocas cuadras

El asiente

—¿Quién tenía que buscarte?— termina su cigarrillo y se acerca a mi

—Mi hermano, se supone que el vendría por mi luego de sus clases.

El asiente devuelta y saca una paleta

—Debe estar con alguna chica coraline , el comienzo de las clases es muy caótico y tal vez tenga miles de encuentros—murmura divertido— y más si no responde tus llamadas, pobre no lo interrumpas.

Me sorprende haber bajado tanto mi actitud defensiva.

—Genial, pues apenas lo vea lo mataré —arquea su ceja

—Si lo dudo

Abro la boca ofendida

—Bueno pues fíjate que no te pregunté si lo veias posible

Bufa

—Ya, te acompañaré a casa. Hablaba enserio cuando dije que aún con la luz del día pasan cosas.

Comienza a caminar y yo me quedo quieta en mi lugar, el sé gira.

—Vamos rubia, debes guiarme.

Salgo de mi transe y camino hacia el

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—Por décima vez — se arrodilla frente a mi— Lo siento Cory, los chicos querían jugar videojuegos  en casa de Ed y olvidé por completo que debía buscarte

tres besos [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora