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Mientras el estaciona, una sensación de calidez se posa en mi pecho. De repente siento ganas de llorar, últimamente estoy muy sensible por lo que no seria raro.

— Siento como si hubiese pasado una eternidad cuando vinimos...

el sonrie

— Nos debíamos otra hamburguesa

rio por lo bajo sintiendo mis ojos mojarse

— esta vez déjame pagarte al menos— Sorbo mi nariz y el me mira preocupado

— ¿Coraline? ¿Estás bien?

asiento y tomo varias respiraciones

— Es que no sabes lo perdida que estaba en ese entonces— el mira el lugar

— Yo no sabia que lo estaba hasta que estuve contigo.

apoyo mi mano en su mejilla

—Me enamoras— el sonrie y resopla

— Ya lo se

bajamos del auto y el le pone traba, espero hasta que llegue a mi y como la primera vez posa su mano en mi espalda baja. Caminamos de forma lenta y torpe, yo tengo una sonrisa boba en mi rostro y el se mira pensativo.

entramos al lugar el cual tiene bastante gente a pesar de que la primera vez no había casi nadie. El me guía hasta el mismo lugar que antes. Sonrio y me siento para el luego imitarme.

saco la pastilla

— ¡Hola!— y como si el destino jugara con nosotros, la misma chica nos recibe.— ¿Lo mismo de siempre?

ruedo los ojos y agarro la mano de rayan poniéndolas sobre la mesa. La chica carraspea y rayan sonrie besando mi frente.

—Si, lo mismo de siempre ¿Podrías traerme agua para mi rubia?

la chica asiente y le sonrio

— Claro ¿Con gas o sin Gas?

frunzo los labios

— ¿Tienes agua común?

rayan aprieta los labios para no reir y la chica asiente de forma lenta, como si procesara mi respuesta.

— Si, enseguida la traigo.

ella se va y rayan rie

— ¿Qué?— el estruja mis mejillas y empieza a esparcir besos por todo mi rostro

— Eres tan linda— bufo sintiéndome halagada y sonrio— Joder.

—Si sigues diciéndome estas cosas me las creeré de verdad y seré igual que roco.

el corre mi cabello hacia un lado y acaricia mi nuca

—Tienes que saber lo que eres y vales—cierro los ojos relajándome

—para eso estás tú—lo miro— Para recordármelo...

sus ojos van hacia los mios y sonrio pegándome a el, clara señal de que quiero que me abrace. Lo cual hace mientras con sus nudillos acaricia mis mejillas.

—Aquí tienen el agua—la chica carraspea y asentimos

—Gracias

abro la botella de agua y coloco la pastilla en mi lengua. Bebo un poco de agua y la trago.

—¡No hay posible bebé!— el rie y vuelvo a sus brazos.

—La única bebé eres tú— hago un puchero y pellizca mi nariz

tres besos [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora