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—¿Cuándo despertará?

—no lo sé joven, quizás en una o dos horas.

—¿Qué ocurrió?

—ataque de pánico

intento abrir mis parpados pero estos pesan de forma exagerada

—no quise enojarme— siento que susurra a mi oído— por favor rubia

—Si sucede algo apriete el botón rojo que se encuentra detrás de la camilla

—de acuerdo, muchas gracias.

siento el ruido de la puerta abrirse y luego cerrarse

—rubia...

gimo en respuesta, las luces molestan cuando intento abrir los ojos, mis dedos hormiguean y cuando siento su mano apretando la mia, sé que estoy bien.

o por lo menos lo estaré

el se levanta tapándome la luz y mi entre cejo se alisa, toso y por fin lo observo.

su expresión se relaja y toso para luego decir:

—ry

rie aliviado mientras revuelve su cabello

—me asusté demasiado rubia, no vuelvas a hacer eso.

—perdón

el niega antes de abrazarme ,sonrio y acaricio su espalda.

—No estoy enojado

—es un alivio

besa mi frente

—¿qué pasó?

miro la silla a un costado y decido hablar

—será mejor que te sientes, tengo una historia que contarte.

—¿qué historia?—pregunta confuso y aliviado al mismo tiempo— ¿ahora?

—la historia que aun no tiene un final

hace una mueca que me causa ternura

— no me gustan esas historias, necesito un final fijo la verdad.

rio e ignoro su comentario

respiro profundamente antes de empezar

—todo empieza con una chica de 15 años—miro el techo sintiendo como acaricia el dorso de mi mano— ella estaba ilusionada porque era la primera vez que era invitada a una fiesta, se había puesto un hermoso vestido floreado, unas sandalias que hace tanto tiempo había comprado con sus ahorros y se había maquillado todo y exclusivamente para asistir a la fiesta e impresionar a un chico. El cual últimamente había mostrado interés por ella, y aunque ella no era hermosa como las demás había conseguido llamar la atención de Chad, el chico más popular de su instituto.

»Caminó varias cuadras sin importar el dolor insoportable que sus pies sentían, la noche estaba llenas de estrellas y ella creyó, despues de varios meses y años sin el amor de su madre, que obtendría un poco de amor por parte de ese chico, ella se pintó la historia más perfecta—pruebo el sabor de mis lagrimas sin dejar de ver el terso techo— sin pensar que podría acabar todo mal.

—Rubia...

—y entonces llegó a la fiesta, la cual estaba atestada de personas drogadas y alcoholizadas, sintió miedo porque no conocía a nadie pero eso se esfumó al ver a Chad con su típico grupo de amigos, el la miro fijamente y una sonrisa se formó en su rostro, sonrojándola en el momento. El se acercó y luego de susurrarle mil y un halagos la llevó al piso de arriba— siento su mano envolver la mia con fuerza y apretarla— estaba nerviosa por lo que podría pasar y los nervios aumentaron cuando el los encerró en una habitación completamente oscura. Miró la ventana y se dirigió hasta ella, sonrio y le comentó lo linda que estaba la noche y lo mucho que le encantaban los paisajes asi.

tres besos [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora