La nueva capitana (Toshiro Hitsugaya)

Capítulo 12. Conociendo al shinigami sustituto.

-Las calles de Karakura son más tranquilas de lo que pensaba... ¡No hay ni un hollow! Creo que ya hicieron mi trabajo... -pensó Natsuki observando una parte de la ciudad.

La joven shinigami estaba en un pequeño paseo por la ciudad de Karakura. Observaba a cada ser humano que se le cruzaba o pasaba por su lado.

Con los brazos cruzados, suspiró aburrida.

-No hay nada entretenido aquí. -Infló ambas mejillas-. Supongo que tendré qué volver a la tienda de Urahara...

Algo distraída, dio media vuelta para regresar por donde venía. Pero algo impidió que comenzara a caminar, ya que se estrelló contra algo, o mejor dicho, alguien.

-¡Lo siento mucho! -exclamó el contrario al verla en el suelo.

-Descuida... estoy bien.

Alzó su mirada para encontrarse con un adolescente de cabello anaranjado.

-Espera, que te ayudo.

Le ofreció la mano para ayudarla a ponerse de pié. Un poco dudosa, miró detenidamente la mano del muchacho, para luego ver su cara. Tomó la mano que le ofrecía, poniéndose nuevamente de pié.

Entrecerró sus ojos mientras examinaba al chico. Éste, algo confundido, encarnó una ceja.

-¡Oh! ¡¿Tú eres Kurosaki Ichigo?! -preguntó algo emocionada al reconocerlo.

-Sí... ¿cómo es que me conoces?

-¡He escuchado mucho sobre ti! Claro, cosas buenas de ti.

-¿Acaso eres una shinigami? -Realizó una pausa para examinarla mejor-. Nunca te había visto.

-Es una larga historia. Me presentaré. -Carraspeó levemente-. Soy Iwakura Natsuki, capitana del catorceavo escuadrón de la Sociedad de Almas.

-¡¿Catorceavo escuadrón?! -dijo, sorprendido por las palabras de la chica-. Que yo recuerde sólo eran trece escuadrones.

-Tú mismo lo has dicho, eran trece. Los de la cuarenta y seis agregaron uno más -explicó junto a una sonrisa.

-Pero nunca había escuchado sobre tu... existencia.

-Ya te dije, es una larga historia. Sólo te diré que soy prima de Byakuya y Rukia.

-¿Prima? ¿Eso quiere decir que eres una Kuchiki? Rukia nunca me habló de ti.

-Es que estaba prohibido hablar de mi existencia. Una orden de Yamamoto -explicó susurrando.

-¿El viejo? ¿Qué hizo él? -preguntó, mas no la dejó responder-. ¿Por qué mejor no vienes a mi casa? Así podrías contarme de tu historia.

-Mmm. -Llevó una mano al mentón, pensándoselo-. Está bien -accedió después de unos segundos.

-Bien, sígueme -ordenó metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

🔥❄️

-Qué bonita casa tienes, Ichigo -halagó en un susurro, observando la casa por fuera.

-Gracias, Natsuki.

Estaban en la entrada de la estancia, el joven iba a abrir la puerta para poder entrar, pero al hacerlo, un hombre mayor, no tan viejo, se lanzó sobre Ichigo dándole una patada en la cara, y tirándolo al suelo.

-¡Já! Te encontré desprevenido, hijo -dijo, con sus brazos cruzados-. ¿Eh? -Miró en dirección a Natsuki cuando notó su presencia.

La chica estaba con los ojos muy abiertos, con una mano en su boca, algo horrorizada por el golpe que recibió el adolescente.