Capítulo 16. AMS. Maratón 1/3.

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—Mouh, se veían tan tiernos juntos... —musitó Rangiku, observando la foto de ambos capitanes que había sacado con su celular.

—Uh... ¿Rangiku-san, estás aquí? —preguntó Momo, abriendo lentamente la puerta de la oficina.

Al escuchar su voz, con prisa dejó el móvil en el escritorio, para después aparentar que había estado leyendo unos documentos todo este tiempo.

—¡Oh, Momo, hola! —saludó, dejando los papeles nuevamente en el escritorio.

—Me mandaron a decirte que tendremos una reunión de improvisto en la Asociación de Mujeres Shinigami, por parte de la presidenta Kusajishi —informó, todavía estando en el marco de la puerta.

—¿Yachiru-chan quiere hacer otra reunión? ¿Para qué? —preguntó, apoyando su codo en el escritorio, y su cabeza en la mano.

Momo se encogió de hombros.

—A saber. De seguro nos dirá cuando estemos con las demás.

—¡Pues vale! —Levantó sus brazos al cielo, estirándose—. ¡Uf, qué cansada estoy! He trabajado mucho.

Ni ella se la cree —pensó Hinamori, soltando una pequeña risa.

—¿Dónde es? —preguntó, posicionando ambas manos en su cintura.

—En la casa del señor Kuchiki, como siempre.

—Esa mocosa siempre consigue infiltrarse en la mansión... Bien, ya me voy, ¿vienes, Hinamori? —preguntó caminando hacia la salida de la oficina, en donde se encontraba la mencionada.

—Oh, eh... ¡sí, ya voy! —respondió, ejerciendo una nerviosa sonrisa con sus comisuras.

—Hm... ¡Pues, nos vemos allá!

La pelinaranja no perdió más tiempo, y salió corriendo hacia el lugar indicado.

Momo suspiró aliviada, dispuesta a seguir con lentitud a Rangiku, mas una luz proviniente del escritorio la distrajo. Examinó con su mirada el causante de la tenue pero extraña luz, y notó que era el celular de la otra teniente.

La curiosidad la concomía lentamente, logrando saciarla al hacerse la idea de inspeccionar dicho artefacto. Y así lo hizo: cerró la puerta tras entrar; a paso y paso tembloroso, puesto que no era propio de ella husmear en asuntos adversos, acercó su cuerpo al escritorio; agarró el móvil con su diestra, y abrió el celular. Lo primero que impactó contra su vista fue a su amado capitán observando tiernamente a la más reciente capitana del Gotei catorce.

Sintió que su corazón aceleraba, no por la pequeña pizca de adrenalina que había inundado su cuerpo segundos atrás, sino por la impotencia que la había invadido por completo. Un nudo en su garganta impidió que su saliva pasase por esta y, sin poder retenerla, una lágrima traicionera escapó de su párpado, la cual borró bruscamente al instante, sin dejar rastro en su rostro.

Inhaló y exhaló con profundidad, dando paso a una curvatura en sus comisuras, alegrando su semblante, aunque fuese en lo mínimo. Guardó el móvil ajeno entre sus ropajes, y sin emitir palabra alguna, se retiró al lugar acordado por las shinigamis.

🔥❄️

—¿Y está segura que podremos realizar otra fiesta en la playa, presidenta? —cuestionó la teniente Nanao.

La nueva capitana (Toshiro Hitsugaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora