La nueva capitana (Toshiro Hitsugaya)

Capítulo 20. La verdad.

Su segunda noche en el mundo de los vivos y ya habían ocurrido tantos sucesos inesperados. Intentaba dormir pero, al parecer, mientras más tiempo mantenía sus ojos cerrados, más el sueño escapaba de su cuerpo, cosa que lo irritaba. Gruñó. Lo único que rondaba por su cabeza eran los recuerdos que tenía de hace unas horas, por más que intentase alejarlos de su mente.

Unos ruidos se escucharon del pasillo, mas hizo caso omiso a ellos. Seguro que simplemente era alguien de la familia Kurosaki rondando por ahí a esas horas de la noche.

Suspiró al escuchar que tocaban su puerta.

—¡Hitsugaya-kun, ¿bajarás para la noche de películas?!

—No gracias, Yuzu. Lo único que quiero hacer ahora es dormir —respondió.

—Oh, bueno —dijo un tanto apenada—. Si cambias de opinión, ¡ya sabes dónde estamos!

Lo último que escuchó fueron los pasos de la Kurosaki alejarse de su habitación, y bajar las escaleras con calma.

Removió ambos brazos, que se encontraban bajo su cabeza, buscando más comodidad para tratar de dormir; su mirada estaba fija en la brillante luna que se alzaba en tan bello cielo estrellado: ante tan pocas luces de la ciudad encendidas se podía apreciar con más claridad tantas luciérnagas parpadeando al rededor del manto oscuro, logrando que la contraparte del día fuese luminosa.

Sus comisuras se alzaron cuando las risas, provinientes del piso de abajo, llegaron a sus oídos. A leguas de distancia se apreciaba cuan unidos eran los Kurosaki.

Los gritos del viento lograban danzar con los árboles, llevándose una que otra hoja con ellos. La brisa susurraba contra su ventana, dándole gran tranquilidad. Estos últimos días de verano ya se comenzaban a esfumar; el otoño se aproximaba, y con él el invierno y la batalla que se aplicaría en la ciudad de Karakura.

Tenía que estar listo. No perdonaría nunca a Aizen después de todo lo ocurrido.

Sobretodo por hacer sufrir tanto a Hinamori...

Recuerdos de esa noche llegaron a su mente. La noche en que se supo toda la verdad de Aizen. Su fingida muerte, la muerte de los de la cuarenta y seis, los planes que tenía desde un principio para la Socieda de Almas.

Cuando, con un miserable ataque, lo dejó al borde de la muerte.

Estaba en completa deuda con la capitana Unohana. De no ser por ella, él ya no estaría en donde está ahora.

No habría conocido a Natsuki.

Bufó cansado. Recordó la actitud de la capitana Iwakura esa misma tarde. Todo lo que habían conversado a solas ya no importaba, al parecer. Pero si era amor lo que sentía por ella, trataría de enmendar las cosas. La hirió, y eso le quedó clarísimo con lo dicho por Yoruichi.

🔥❄️

—Me sorprende tu actitud infantil en situaciones tan serias.

En realidad, poco la sorprendía.

—No me entiendes...

—Te conozco mejor que tú misma.

Natsuki bufó. Tenía razón.

—Quizás.

—Bien sabes que es verdad —corrigió Yoruichi.