Capítulo 13. Kate.

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—Lo mejor será volver a la tienda de Urahara, ya se está haciendo muy tarde —susurró para sí misma la pequeña shinigami.

Natsuki iba caminando de regreso al lugar en donde se hospedaría por toda la misión dada por el capitán Yamamoto cuando de repente sintió una fuerza maligna, reconociéndola al instante. Un hollow.

—Por fin un poco de diversión —pensó con una sonrisa de lado, mostrando los dientes.

Con rapidez, sacó el Gikongan y, como le había enseñado Urahara, presionó con un dedo la cabeza en forma de gato. Al hacerlo, una pequeña bolita de color verde salió del envase.

Con algo de miedo por lo que podría pasar, llevó aquella bolita a su boca, para después, sin masticarla, tragarla.

Los resultados fueron los esperados: el gigai y el cuerpo verdadero de Natsuki se separaron, dejando a Natsuki con sus ropas de shinigami y Zanpaku-tō.

—Hm, pues Urahara tenía razón, no sé de qué me preocupaba tanto —murmuró observando todo su cuerpo, verificando si estaba en buen estado.

—¡Mouh! ¡Ya era hora de que me sacaran de ese espantoso lugar! —reclamó una voz femenina a sus espaldas.

Dio media vuelta para ver a quién le pertenecía aquella voz, descubriendo que se trataba de su propio Gigai.

—¿Qué? —dijo algo extrañada.

—¿Uh? ¿Pasa algo, Natsuki-chan~? —preguntó alegre el alma modificada.

—¿Cómo demonios sabes mi nombre? —preguntó la shinigami un tanto asustada.

—¿De verdad no me conoces? Nya~. Soy Kate, tu alma modificada, tontita~ —contestó Kate, en el gigai de Natsuki.

—Oh, ahora recuerdo, Urahara me habló sobre ti.

—Sí, sí, lo sé. Ahora, ve a hacer tu trabajito de Shinigami. ¡Chu, chu! —Realizó ademanes con ambas manos, dando a entender que debía irse—. Yo cuidaré de tu gigai —aseguró, sonriendo.

—¿Y cómo puedo confiar en alguien como tú? —se cruzó de brazos, apretando sus labios.

—Tch, qué desconfiada eres, Natsuki-chan. Mejor ve a matar al hollow que apareció, que podría causar destrozos —la incentivó, esperando que la dejase en paz de una buena vez.

—Está bien. Pero que ni se te ocurra hacerle algo raro a mi gigai, ¿me escuchaste?

Y sin esperar respuesta, saltó lejos de ahí, en dirección de donde provenía aquel monstruo.

—Hum, la chica se preocupa demasiado, ¡me gusta! ¡Nya~!

Dijo girando en su lugar, para después comenzar a caminar hacia el lugar en donde se hospeda Natsuki.

🔥❄️

—Sigo sin entender por qué el Capitán General me ordenó justo a mí a hacer el trabajo de supervisor de Natsuki. Y después de todo lo que pasó, no sé si podré verla a los ojos nuevamente —pensó el capitán de baja estatura al llegar al mundo humano.

A lo lejos, un gran Hollow de unos siete metros de altura aproximadamente, con dos brazos, dos piernas, piel (Si es que se le podría llamar así) de color verdosa, una mascara del mismo tamaño de su rostro, blanca, con unos detalles negros, y un pequeño hueco en su pecho, caminaba lentamente por una gran calle.

—¡Un hollow! —dijo en voz alta, para luego recordar las instrucciones que le había indicado Yamamoto—. Capitán Hitsugaya, le pediré por favor que en este trabajo usted no interfiera en la tarea de la capitana Iwakura. Sólo tendrá que observarla, y reportar cualquier indicio de traición, o algo que tenga en nuestra contra —resonó en su mente—. Tch, será mejor ir a observar, a ver si Natsuki aparece.

Y así se quedó parado en el techo en donde se encontraban, observando a su alrededor, si es que veía a algún shinigami, o incluso a Natsuki.

🔥❄️

A lo lejos, la pequeña Shinigami llevaba con un gran salto al "espectáculo" provocado por el hollow.

—Ahí está —susurró Tōshirō mientras se escondia para poder observar a Natsuki haciendo su trabajo.

—¡Por fin aparece uno! Ya me estaba aburriendo mucho. —Sonrió a medias la pelinegra, mientras estiraba su mano derecha hacia un lado, para invocar a su Zanpaku-tō en su mano—. Comencemos de una vez, que quiero ir a casa a descansar.

Al terminar de hablar, dio un gran salto enfrentando al hollow. Dirigió su primer ataque al cuello de la criatura para tratar de quitarle la cabeza, pero con un ágil movimiento, éste lo evitó, contraatacando con su puño, el cuál con suerte esquivó Natsuki, saltando hacía atrás.

—¡Joder! ¡Sí que eres rápido, asqueroso! Mejor te utilizo para acabar pronto, Jigoku no Hana.

Observó a su Zanpaku-tō, para después tomarla con ambas manos, y colocarla frente a ella, concentrando una parte de su poder.

Sí que tiene un gran poder espiritualcomentó Tōshirō desde su escondite en un susurro.

—¡Nace de las cenizas, Jigoku no Hana! —gritó Natsuki, dirigiendo su ataque al hollow.

Éste no fue tan hábil como para esquivarlo y, al recibirlo, ardió en llamas, quedando sólo cenizas.

—Oh... Si alguien así estuviera en nuestra contra, estaríamos en grandes problemas. Desde lejos se nota su gran poder espiritual, y lo que demostró recién, fue muy poco —analizó el capitán Hitsugaya en sus pensamientos, manteniéndose parado en su puesto.

Natsuki guardó su Zanpaku-tō, para después mirar de reojo el escondite de Hisugaya.

—¿Qué haces aquí, Tōshirō?

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La nueva capitana (Toshiro Hitsugaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora